El atraque norte del dique de Levante está ocupado estos días por el mayor buque de la Armada española, el Juan Carlos I, botado en 2010 y construido íntegramente en España. Este buque atracó ayer en Málaga, donde permanecerá hasta mañana en unas jornadas de puertas abiertas que permitirán la visita de los malagueños para conocer las entrañas del barco.

El Juan Carlos I ha llegado a Málaga dentro de un crucero de instrucción y adiestramiento de los 154 cadetes de la Escuela Naval Militar, que se inició el 6 de junio en Rota y en el que ya han participado en tres maniobras navales con otros barcos de la Armada.

Este buque estará abierto a la visita del público durante toda la jornada de hoy y de mañana, en horario de 10.00 a 13.00 horas y de 16.00 a 20.00 horas. Durante el recorrido, los visitantes podrán ver un vídeo explicativo sobre las capacidades de este buque, además de conocer los hangares y zonas de carga, que ocupan la mayor parte del interior del Juan Carlos I. También podrán subir a la pista de vuelo, donde hay dos helicópteros y 9 aviones Harrier, dentro de la dotación actual del buque. Precisamente de la pista de vuelo destaca la rampa de 12 grados de inclinación que permite el despegue de los aviones de combate y transporte -Harrier y Osprey- con la carga completa.

El Juan Carlos I es el mayor buque de la flota española, con una eslora de 231 metros y una manga (ancho) de 32 metros.

Junto a esas dimensiones, este buque destaca por dos aspectos. Uno es que responde al más moderno concepto de la defensa naval, apostando por la flexibilidad de uso que le permite adaptar su configuración a cuatro perfiles de operaciones.

El comandante del Juan Carlos I, Antonio Piñeiro Sánchez, explicó que el barco se diseñó para adaptarse a distintas necesidades actuales y futuras. Así, puede actuar como buque de operaciones anfibias con dos diques inundables para lanchas de desembarco; para el transporte de material en operaciones conjuntas con otros países; como portaaviones con una capacidad de entre 25 y 30 aeronaves (aviones y helicópteros) y para misiones humanitarias, disponiendo de un hospital embarcado de 500 metros cuadrados, dos quirófanos y Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con ocho plazas.

La capacidad total de este buque es de 1.435 personas, aunque la tripulación ronda las 295 personas. No obstante, a Málaga ha llegado con unos 570 efectivos, ya que a la tripulación hay que sumar los 154 cadetes que están en instrucción, los 100 que atienden el manejo y mantenimiento de los nueve aviones y dos helicópteros, además de los aviones y los 21 asignados a las dos lanchas de desembarco que lleva en el interior.

El Juan Carlos I destaca además por la avanzada tecnología que lleva embarcada, tanto en el sistema de propulsión como en los radares, con tres de diseño y fabricación española a través de la empresa Indra.

Además, desarrolla una velocidad máxima de 21 nudos y una autonomía de 9.000 millas a 15 nudos gracias a un sistema de propulsión que combina motores eléctricos y diésel.