Protestas en la puerta de un grupo de trabajadores, cambios del orden del día en el último momento, declaraciones explosivas y una polémica que se ha arrastrado durante una semana culminaron ayer con el cese del director del puerto de Málaga, José Antonio Caffarena, por el consejo de administración de la Autoridad Portuaria.

Con trece votos a favor y dos en contra, se consumó la marcha de Caffarena de la dirección del puerto, a donde llegó en 2007. Queda por saber, no obstante, quién será la persona que lo sustituya en este puesto. Durante estos días se había especulado con la posibilidad de que la persona elegida como nuevo director fuera Rafael Bermúdez, jefe del departamento de Administración y Finanzas del puerto y que había actuado como director en funciones en épocas anteriores.

Sin embargo, el punto del orden del día para elegir al sustituto de Caffarena fue finalmente retirado y el puerto queda en un compás de espera a la espera de que el presidente del puerto, Paulino Plata, convoque un nuevo consejo de administración con una nueva propuesta de nombramiento.

Plata puso esta búsqueda del nuevo director dentro de la normalidad de la gestión: «Esto pasa con frecuencia en cualquier caso de relevo». El presidente del puerto insistió en que se tomará «un tiempo para buscar el mejor perfil» para sustituir a Caffarena. «Optaremos por alguien que dé prioridad a temas comerciales y económicos, porque por ahora no hay obras previstas», afirmó Plata, quien adelantó que «baraja varios currículum y cuando tome una decisión se convocará el consejo de administración con 48 horas de adelanto».

Quien sí se decantó claramente por un candidato fue el director del puerto saliente, quien apoyó al actual jefe de ingenieros del puerto, llegado hace dos meses a Málaga proveniente de Gijón y del que señaló que es «la gran esperanza del puerto, sin perjuicio de que el presidente es libre de proponer el que quiera». José Antonio Caffarena, no obstante, insistió en que lo ve como «su sucesor».

Aplausos y protestas

La salida de José Antonio Caffarena del consejo de administración, tras aprobarse su cese, se hizo entre los aplausos de una docena de trabajadores y representantes sindicales que protestaban por la no renovación del contrato de tres policías portuarios que tenían contratos temporales. Muy diferente fue el recibimiento y despedida de los consejeros, que fueron recibidos con gritos de «No votes a favor de la corrupción» y «Este no es tu cortijo».

El representante de UGT, Juan Antonio Triviño, criticó que la votación sobre el cese de Caffarena (en la que votó en contra junto a CCOO) «se hizo sin debate» entre los consejeros. En su opinión es una «decisión precipitada de Paulino Plata, que es el que menos sabe de la gestión del puerto porque sólo lleva diez días». Además, recalcó la necesidad de una comisión de transparencia en el puerto.

Votación concurrida y dudas en la votación

El consejo de administración de la Autoridad Portuaria se antojaba clave para Paulino Plata, que se enfrentaba a una primera prueba como presidente, apenas dos semanas después de su nombramiento. Finalmente acudieron todos los consejeros, aunque dos de ellos (el representante de la CEM y de la Agencia Pública de Puertos de Andalucía) lo hicieron a través de una delegación de voto. Finalmente la mayoría a favor del cese fue aplastante, con 13 de los 15 votos, aunque la representación municipal llegó a plantear la abstención.