Los tres hombres acusados de violar varias veces a una mujer británica que estaba de vacaciones en la Costa del Sol, a la que llevaron a un descampado, han negado los hechos por los que se les acusa y han asegurado que el único contacto que tuvieron con ella, a la que conocieron en una discoteca de Benalmádena, es que les hizo tocamientos, pero de forma consentida.

La Sección Primera de la Audiencia de Málaga ha juzgado este lunes a estos tres hombres para los que la Fiscalía solicita en total --entre los tres-- 88 años de prisión por varios delitos de violación en concepto de autor o cómplice, según el caso. Los hechos sucedieron en octubre de 2001, pero los procesados no fueron detenidos hasta 2010 tras detectarse la coincidencia de ADN.

El primero de los acusados en declarar ha indicado que la mujer, con 30 años entonces, se le acercó bailando en la discoteca y empezó a hacerle tocamientos hasta que llegó a masturbarle y eyaculó, pero ha insistido en que nunca la violó ni hizo nada en contra de su voluntad. "Ella fue la que me buscó a mí", ha señalado, apuntando que cuando salió del local estaban su hermano y su primo.

Ha manifestado que entonces la chica se interesó por ellos y se fue con los dos, pero no sabe qué pasó. Éstos han declarado que fueron a un aparcamiento cercano y ella también empezó a "toquetearnos" hasta que "como hombre, me gustó y eyaculé", ha dicho uno, en lo que ha coincidido el otro. Tras esto, la mujer se sintió mal y, aunque quisieron atenderla, dijo que la dejaran allí.

Los tres han reiterado que son "inciertos" los hechos que relata el fiscal, que sostiene que los tres se ofrecieron a llevarla a casa, pero fueron a un descampado, donde le dijeron que "se iban a divertir" y la obligaron a tomar una sustancia, mostrándole un cuchillo, con lo que la víctima quedó "en estado somnoliento y sin poder defenderse" y los procesados presuntamente la violaron.

La víctima, que ha declarado por videconferencia, ha relatado, visiblemente afectada, que ella les creyó cuando le dijeron que la iban a llevar en coche a casa, aunque fueron a un sitio donde la violaron varias veces. Ha insistido en que estaba muy asustada, porque, además, tenían un cuchillo, y en que la forzaron, aunque también en parte cedió por el temor que tenía.

Ha explicado que cuando terminaron, le quitaron los zapatos y la dejaron allí, entonces ella se desmayó, despertando ya por la mañana en un sitio en el que no había nadie, comenzando a llorar, ya que estaba "muy asustada". Además, ha apuntado que en ese momento no hablaba español y a las personas que encontró sólo sabía decir "muy malo".

Asimismo, también han declarado varios agentes que intervinieron en la investigación tanto en 2001 como en 2010 y han ratificado que la chica ya reconoció a tres hombres como los agresores a través de unas imágenes de vídeo, pero en ese momento no tenían posibilidad de identificarlos. Fue en 2010 cuando llegaron los informes de ADN en los que se detectó una coincidencia de perfiles.

Dos de los policías han explicado que en 2008, tras detener a uno de los acusados por otro delito, se introdujo su perfil genético en la base de datos y saltó la coincidencia con el perfil de uno de los presuntos agresores de la chica británica, ya que se hallaron restos en sus ropas. Además, cuando el acusado fue a Comisaría, se identificó a sí mismo y a los otros dos en las imágenes de vídeo.

Los acusados han dicho que cuando fueron arrestados no dieron la misma versión que ahora porque no le dieron importancia a aquella noche y no habían hablado de ello hasta que se reunieron para recordar lo que había ocurrido. Uno de los acusados ha indicado que la Policía insistió para que reconociera algunos aspectos como que usaron un coche rojo de su primo y que éste tenía entonces mechas rubias, datos que había dado la víctima en su primera declaración; aunque la Policía ha negado que se le obligara a decir nada.

La Fiscalía ha mantenido su acusación por tres delitos de violación, de los que acusa a los procesados en concepto de coautores o de cómplices, según el caso; y por una falta de lesiones. Así, para dos de los hombres se solicita una pena de 31 años de cárcel; mientras que para el tercero se pide que sea condenado a 26 años de prisión.

Además, por la falta de lesiones, se solicita que cada uno pague 720 euros. La víctima renunció a cualquier tipo de indemnización y este lunes en su declaración ha contestado, a preguntas del presidente de la Sala, que no se había cuestionado reclamar por los daños físicos y psíquicos ocasionados. Además, ha respondido a uno de los abogados que no recibió indemnización por denunciar.

Los peritos que han declarado no han coincidido, ya que mientras que una médico forense ha indicado que aunque no tiene datos objetivos de que hubo una violación, presentando la víctima lesiones "traumáticas", es posible que se atente contra la libertad sexual sin lesiones; una perito de parte ha dicho que no considera que hubo violación ya que no hay daños ni restos en la víctima.