La tecnología estaba disponible desde hace un mes. Sólo faltaba perfeccionar la parte que corresponde a los vigías, que ya cumplen con su oficio con una nueva variable en el punto de mira: la localización de medusas. La Diputación y el Aula del Mar están decididos este verano a combatir el azogue de las picaduras. Si no con el cuerpo a cuerpo, al menos sí desde una perspectiva preventiva. Por eso pusieron en marcha la aplicación InfoMedusa, que permite a los usuarios de Android calibrar en tiempo real y con antelación la presencia de colonias cerca de la orilla. Y por eso también se ha creado ahora una red de observadores, con más de 30 puntos pendientes de los movimientos de estos indeseables turistas.

La conformación de este nuevo equipo de vigilancia, integrado por agentes costeros, que han recibido formación específica, completa la nueva estrategia de control. Cada municipio contará con un mínimo de dos puntos, situados respectivamente en poniente y en levante, con el objetivo de detectar la posible afluencia de ejemplares. Además, a la tarea se unirán los barcos que limpian las playas, habituados a transmitir información sobre parámetros como la humedad del aire o los rayos de la ultravioleta. Después de años de asedio, las medusas han conseguido que se les respete de un modo bastante parecido al del oleaje o la amenaza de lluvia. Especialmente, en la Costa del Sol y a nivel informativo. La idea es que esta red sirva para alimentar la aplicación de teléfono móvil, que ha arrancado con éxito, con más de 600 descargas y una nota de satisfacción de 4, 9 sobre 5. Según explicaron ayer el diputado Juan Jesús Bernal y el responsable de Recursos Marinos del Aula del Mar, Juan Antonio López, la herramienta renueva sus contenidos dos veces por semana -los martes y los jueves- y ofrece detalles y previsiones válidas para los tres días siguientes, tanto del grado de alerta de cada una de las playas como de la previsión de futuras avenidas.

La ofensiva contra las poblaciones de medusas no acaba, sin embargo, en los nuevos controles. Bernal adelantó que un equipo está investigando la causas que explican el aumento de la presencia de estos invertebrados en las costas de Málaga, donde este año, por suerte, no parece que se apliquen con tanta virulencia como en temporadas anteriores. «El nivel de riesgo no es muy alto, aunque es inevitable que aparezcan de manera puntual», alertó. Ambas organizaciones llevarán a cargo también una campaña informativa. Al azote, sin duda, de la medusa.