Muestran en sus rostros la satisfacción de haber encontrado trabajo al menos para esta temporada veraniega. Pero estos tres jóvenes axárquicos reflejan a través de sus palabras las enormes dificultades que existen hoy en día para salir adelante. La esperanza es mínima, porque cada vez la campaña estival es más corta y el gasto de los turistas ha descendido significativamente respecto al de hace no muchos años. La hostelería, el punto de partida para multitud de «recién salidos de la cola del paro», no desprende el optimismo de antaño. De hecho, ninguno de estos veleños de 19 a 32 años ha podido aún independizarse.

Antonio Molina trabaja durante este verano como camarero en el chiringuito Hermanos Moreno de Torre del Mar, situado frente al céntrico paseo de Larios. A sus 32 años, lamenta acumular ya tres sin encontrar un empleo estable para independizarse. «Con el turismo uno al menos no pasa hambre. En la Axarquía, entre que hay algo de campo y que en estos meses vienen muchos turistas, vamos tirando. Pero este año la cosa está peor que nunca. Llega el mediodía y las mesas están vacías», dice.

Poco a poco empieza a adquirir algunos muebles y no deja de pagar la hipoteca para poder algún día vivir en el piso que compró hace ahora tres años. «De momento sigo viviendo con mis padres. Está muy complicado todo. El consejo a quien encuentre un empleo es que no lo deje. Aunque tenga que echar muchas horas. Aquí en el chiringuito, por ejemplo, son hasta 14 horas. Depende del día. Pero con la feria seguro que llegamos a 14 o 15. Ganas poco más de mil euros, pero es que no hay otra», manifiesta.

Encontrar un trabajo con apenas 19 años de edad es una tarea bastante complicada. Así lo reconoce Laura Navas, que acaba de lograr su primer trabajo tras ponerse al frente de un quiosco de verano. «Está a mi nombre gracias a que tengo una discapacidad, un padecimiento. Pero sé que lo de trabajar y encima por tu cuenta está muy, muy chungo. Veo lo complicado que lo tienen otros jóvenes de mi edad, a los que les digo que busquen trabajo como un loco y que estudien todo lo que puedan».

A pesar de la ilusión con la que ha comenzado la temporada, reconoce que el turista cada vez invierte menos en sus vacaciones y que las familias han reducido al mínimo el presupuesto hasta para sus consumiciones en los quioscos. «De noche se ambientan algo más los paseos marítimos por los puestos que hay para que la gente compre artesanía. Pero tampoco ayudan mucho. La cosa está realmente mal y es una pena que no se vea de momento recuperación».

Empleo para los fines de semana. Bien diferente es el caso de David Romero, que convive a sus 30 años con su abuela. Ha encontrado empleo hace menos de un mes, en la cafetería y heladería Medel de Torre del Mar, pero sólo para los fines de semana. «Ha venido este año muy poco turismo y el trabajo más fuerte se concentra en apenas una hora, cuando antes eran dos o tres horas. Eso en la caja se nota. Encima tenemos cada vez más gastos y los salarios no cambian. De todas formas puedes darte con un canto en los dientes de que en verano tienes algo. Gracias a Dios estoy soltero, porque durante todo el invierno no he encontrado nada».