Recaudación

Cada malagueño abona al Estado 1.185 euros al año en impuestos

La presión fiscal está en un punto bajo a nivel nacional y muy por debajo de la media de España, de 3.461 euros por habitante

Cada malagueño pone de su bolsillo unos 1.185 euros al año que sirven para financiar al Estado, aunque la mayor parte de ese dinero «regresa» dentro del sistema de financiación autonómica para abastecer las arcas de la Junta de Andalucía.

Esto supone reservar algo más de una mensualidad del sueldo para afrontar distintos impuestos directos e indirectos que repercuten en el Estado (IRPF, IVA, impuestos de sociedades y tasas en hidrocarburos, alcohol y tabaco, entre otros). Hay que tener en cuenta que el sueldo medio del malagueño sigue a la baja desde que comenzó la crisis y ahora se sitúa en 16.199 euros al año, lo que suponen catorce pagas de 1.157 euros.

Pese a que Málaga se encuentra en el puesto número 12 en recaudación absoluta a nivel nacional, en la presión fiscal por habitante baja al puesto 26, ya que tiene mucha población en comparación con otras provincias que recaudan menos cantidad y el impacto por habitante es menor.

No obstante, los 1.185 euros por habitante que el Estado recibió por habitante al cierre de 2012 sí supone un incremento del esfuerzo de cada malagueño en el pago de impuestos, al crecer un 14,2% sobre los 1.037 euros que se abonaron en 2011.

Este incremento de la presión experimentado en 2012 viene de la mano de las reformas adoptadas por el Gobierno con la eliminación de exenciones fiscales y aumento de algunas tasas (en especial el IVA) en un intento de mejorar la recaudación a nivel nacional. De hecho, hay que recordar que el dinamismo económico de 2007 (último año antes de la crisis) proporcionó unos pingües beneficios al Estado, que en Málaga se tradujo en 1.962 euros por habitante abonados de media al año en impuestos. Desde ese año hasta el pasado ejercicio, la merma ha sido notable, con casi 800 euros menos por habitantes ingresados al año en Málaga.

Pero en la provincia casi podríamos decir que lloramos por un ojo, ya que la presión fiscal sigue siendo muy baja en relación al resto del país, que tiene una aportación media de 3.461 euros por habitante y año, casi tres veces más que lo recaudado en Málaga.

Pero hay que hacer una salvedad. La media de presión fiscal por habitante está muy mediatizada por los datos de Madrid y Barcelona, que se sobresalen de forma evidente sobre el resto, con 12.180 y 5.372 euros por habitante, respectivamente. Si contamos el resto de las provincias excepto estas dos, que distorsionan el resultado, la media nacional es de 1.550 euros recaudado por habitante, cifra que sigue estando por encima de la cifra de Málaga, pero no a tanta distancia.

Dentro de Andalucía, Málaga y Cádiz se sitúan con unos datos muy parecidos en el segundo puesto, detrás de Sevilla, donde la recaudación ronda los 2.041 euros por habitante.

Respecto al resto de España, y eliminando Madrid y Barcelona, es Cantabria donde se registra un nivel de impuesto mayor con 4.154 euros por habitante, mientras Álava y Navarra tienen un saldo negativo, fruto de su peculiar sistema de financiación por el concierto vasco y los fueros navarros.

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