Tres años de esperas, prórrogas y negociaciones no han sido suficientes para poner en marcha el proyecto del puerto deportivo de San Andrés, que la Autoridad Portuaria de Málaga adjudicó al consorcio formado por Marinas del Mediterráneo y GEA 21. La falta de financiación de la concesionaria ha condenado este proyecto al fracaso, después de que ayer se terminara el plazo de la última ampliación aprobada por el puerto de Málaga para iniciar la actuación.

El último margen concedido a Marinas del Mediterráneo y GEA 21 marcaba el 15 de septiembre como fecha tope para retomar el proyecto e iniciarlo. La fecha llegó sin que hubiera novedad y la Autoridad Portuaria dio ayer por terminado el proyecto. Además, inició el rescate de la concesión por incumplimiento de contrato, según fuentes portuarias.

«El proceso será largo y no hay una fecha concreta sobre cuánto puede durar este rescate», afirmó un portavoz de la Autoridad Portuaria de Málaga, quien aseguró que una vez terminado el rescate se decidirá si se convoca un nuevo concurso.

Prórroga La prórroga que terminó el domingo, aunque el final se trasladó al lunes por ser festivo, se aprobó en el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Málaga del pasado mes de julio. Era la última que legalmente podía conceder a los adjudicatarios y que pudieran negociar más tiempo para obtener la financiación para poner en marcha este proyecto, con un presupuesto de 24,2 millones de euros. Sin embargo, el consorcio formado por Marinas del Mediterráneo y GEA 21 no ha logrado concitar el interés inversor en esta actuación, que hubiese permitido construir un puerto deportivo de 626 atraques en la ciudad.

La dureza y extensión de la crisis, que ha cerrado el grifo crediticio de los bancos, ha afectado de forma directa a este proyecto, que desde que fue adjudicado a mediados de 2010 se ha encontrado con muchos problemas para reunir el dinero suficiente para iniciar las obras. Además, la concesionaria se vio afectada por la situación económica y endeudamiento de la constructora GEA 21, coadjudicataria del puerto deportivo junto a Marinas del Mediterráneo, que solicitó un preconcurso de acreedores para refinanciar su deuda. De hecho, previamente tuvo que aplicar a comienzos de año un ERE que afectó a casi la mitad de su plantilla.

El bloqueo a este proyecto se suma a la falta de apoyo institucional al Auditorio de Música, previsto junto al fallido puerto deportivo y que tenía una inversión de 100 millones de euros. Estos dos reveses dejan la plataforma de San Andrés sin ninguna de las dos ambiciosas inversiones previstas allí y que prometían cambiar la fachada de esa parte del litoral, aprovechando además su cercanía a la estación del AVE y del Cercanías para convertirse en una nueva centralidad.