Una de las novedades previstas con motivo del Mater Dei es la nueva estética que los hermanos del Monte Calvario han previsto para la Virgen de Fe y Consuelo. Esta talla aparecerá muy diferente a como suele estar habitualmente y que ya se puede ver en su trono procesional en la Basílica de la Victoria, donde fue entronizada el martes por la noche.

Erguida, con su juego original de manos entrelazadas, la imagen cambia radicalmente respecto a la forma habitual, inclinada con la imagen del Señor Yacente entre sus brazos. Pero la postura de la imagen, más en consonancia con el origen de la pieza (siglo XVIII), no es la única novedad. Irá sobre el trono de la Virgen del Monte Calvario, sin el palio, y con una serie de detalles que realzan el carácter de Virgen de Gloria. Así, lleva una ráfaga que circunda el manto cedida por la cofradía de la Virgen de Belén (Pilas, Sevilla); una media luna a los pies, prestada por la Hermandad de los Remedios; y una cruz desnuda a la espalda que no llevará sudario, sino raíces en la base -aludiendo a la cruz como «árbol sagrado»-, laurel -símbolo del triunfo de Jesucristo en la cruz- y rosas de pitiminí. Es resaltable el manto que lucirá, prestado por la hermandad de Jesús Nazareno, de Villamartín (Cádiz).

Entre los estrenos previstos para el Mater Dei también destaca una saya morada y bordada en oro por los granadinos Jesús Arco y Álvaro Abril, así como dos piezas claves de su iconografía: un corazón traspasado por un puñal y un escapulario de plata con símbolos de las Orden Mínima, vinculada al origen de la cofradía. También estrenará un broche de oro y diamantes realizado por Manuel Fenoll y donado por la familia Salinas Fenoll y por Antonio Santos.