Gran parte del metro de Málaga camina seguro para su inauguración a final de año. Las líneas 1 y 2, con el final en la estación de Renfe María Zambrano estarán a pleno rendimiento a lo largo de diciembre. Para finales de 2014 se espera que el servicio se amplíe hasta la parada El Perchel, junto a El Corte Inglés. A partir de ahí el proyecto se parece cada vez menos a los planes que había hace año y medio, antes de que se hiciera patente la incapacidad de la Consejería de Fomento de acometer la construcción del último tramo del metro bajo tierra hasta La Malagueta. Los 200 millones de euros en los que se presupuestó y la incertidumbre sobre el cumplimiento mínimo de los plazos llevó a proponer un recorrido en superficie y perder un año de debate y pelea política con el Ayuntamiento.

1. La solución del metro por el Centro y el papel de Susana Díaz

Se lo han dejado en bandeja. La nueva presidenta de la Junta ha llegado con la solución ya apuntada y a medio cocinar. Extender el túnel del metro unos 250 metros, lo suficiente para cruzar bajo el Guadalmedina, permite firmar la paz con el Ayuntamiento, limitar la inversión a unos asumibles 50 millones de euros y acercar el metro, no todo lo deseable, pero sí lo suficiente como para que tenga utilidad social. Esto ha permitido, además, dar un respiro al PSOE, que guardaba un incómodo silencio en la pelea entre IU (Consejería de Fomento) y el PP (Ayuntamiento de Málaga). Para IU también supone zanjar una polémica que amenazaba con laminar su ascendente electoral en la ciudad, mientras que el PP y De la Torre se apuntan un tanto importante. El metro, por el Centro, será soterrado.

2. El distrito Este se queda fuera del proyecto del metro

Al dejar la última parada del metro a mitad de la Alameda, se cierra la posibilidad de dar continuidad a la línea hasta El Palo. El proyecto de esta Línea 3 ya estaba redactado bajo tierra, y también la opción en superficie. Ahora queda relegado a un cajón. No obstante, la concesionaria no lo ve como un problema, sino como una oportunidad ya que la inversión y el gasto a realizar tendría un difícil retorno, al disponer de un mercado limitado en población y poco atractivo para las paradas intermedias. Los estudios de mercado estimaban que entre La Malagueta y El Palo, la población situada a menos de 500 metros de una parada rondaría las 200.000 personas. Pero además, el trazado entraría en fuerte competencia con la línea 11 y la línea 3 de la EMT, que funcionan con gran eficiencia. A Metro Málaga no le interesaba entrar en una guerra para captar pasajeros.

3. La nueva línea 4: aparece la opción hacia el Norte

Que el metro entre soterrado en el Centro, aunque sólo un poco, no quiere decir que la Consejería de Fomento renuncie a un proyecto de tranvía. Esta sería la opción propuesta para poner en marcha la Línea 4, que en el diseño original del metro (de hace más de una década) conectaba con Ciudad Jardín. La propuesta planteada ayer supondría iniciar un primer tramo de línea que partiría desde la plaza Manuel Alcántara (junto a El Corte Inglés) y llegaría hasta el Hospital Civil, con una inversión que rondaría entre los 15 y los 20 millones de euros para este tramo. No obstante, el objetivo a medio plazo es continuar hasta Ciudad Jardín.

4. Los argumentos que apoyan la opción de la Línea 4

Esta propuesta es, por ahora, simplemente eso. Una propuesta sin más apoyo técnico que una línea dibujada sobre un mapa con un recorrido posible a través de Armengual de la Mota y la calle Jaboneros. Ahora queda iniciar los trabajos de estudios técnicos que determinen el trazado y acoten las obras necesarias, con la intención de iniciar las obras a medio plazo. La Consejería de Fomento argumenta que sólo con este primer tramo construido (Manuel Alcántara-Hospital Civil) se daría cobertura a 217.000 malagueños, una cifra que supera la previsión de toda la línea hasta El Palo. Esto se traduciría en que la red de metro podría mover unos 21,5 millones de pasajeros al año, superando ampliamente los 19,8 millones previstos hasta La Malagueta y que aseguran el umbral de rentabilidad. De esta forma, al ganar 1,7 millones de pasajeros al año sobre el estudio económico inicial, bajaría las aportaciones de las administraciones a la concesionaria. Otro elemento a tener en cuenta es que no competiría con la EMT por los usuarios, ya que la cobertura por esa zona es menor que en el Este.

5. El Consistorio tiene la palabra final sobre esta propuesta

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, no se ha negado de primeras a este proyecto. De hecho apunta a que se vea en profundidad en la Comisión Mixta de Seguimiento del Metro que se convocará en unos días y que, para cualquiera que lo conozca, significa que no le gusta de entrada. La Junta, además, es consciente de que primero tendrá que buscar el apoyo vecinal, para evitar que le ocurra lo mismo que con su propuesta fallida del tranvía en superficie por la Alameda.