El metro de Málaga no llegará a La Malagueta. Ni soterrado ni en superficie. Ni siquiera llegará a la plaza de la Marina. La última parada se situará a la altura de Atarazanas, con la estación en la esquina entre Torregorda y la Alameda. Eso sí, llegará allí soterrado, como pedía el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que ha logrado un pequeño triunfo al conseguir que la Consejería de Fomento descarte el recorrido en superficie por la Alameda Principal y el Parque.

La visita de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, sirvió para presentar una solución de compromiso que desbloquea el duro enfrentamiento que mantenía el Consistorio con la Consejería de Fomento sobre el diseño del último tramo. La solución es un freno a las aspiraciones del equipo de la consejera de IU, Elena Cortés, que apostaba por una solución tranviaria hasta El Palo para reducir los costes y terminarlo para finales de 2015.

La opción elegida por la presidenta de la Junta de Andalucía abandona esa posibilidad. El metro hacia el distrito Este se queda en un proyecto fallido y se opta por cruzar el Guadalmedina bajo tierra. Esta opción, sin embargo, se limita a sólo un tramo de 250 metros de los 1,5 kilómetros proyectados hasta La Malagueta. El resto del trazado se queda en suspenso, al menos hasta que haya una situación financiera mejor que justifique retomar la obra hasta La Malagueta, como estaba previsto.

Presupuesto y plazos

La extensión del túnel del metro desde El Corte Inglés hasta la Alameda, a la altura de Atarazanas, tendrá un coste de unos 50 millones de euros, una cifra muy por debajo de los 200 millones de euros en los que estaba presupuestado llegar a La Malagueta e, incluso, de los 108 millones de euros del tramo hasta la plaza de la Marina, como proponía el alcalde de Málaga.

Una de las razones que justifican dejar el túnel del metro a la mitad de la Alameda es conseguir así que el proyecto sea viable económicamente y se cumplan los plazos de construcción. De hecho, la Consejería de Fomento tiene el mandato del Banco Europeo de Inversiones (BEI), que financia la mayor parte de las obras, de que la infraestructura esté terminada para finales de 2015.

Por otra parte, al parar la obra a la mitad de la Alameda Principal, la Consejería se ahorra construir el túnel bajo el aparcamiento de la plaza de la Marina, quizá uno de los puntos más delicados del proyecto, con riesgo de encontrar restos arqueológicos que paralizaran la obra y teniendo que compensar el lucro cesante de Smassa por el cierre del parking.

Fuentes de la Consejería apuntaron que la opción aprobada ahora permite reducir el riesgo de daños a los ficus y sitúa el metro muy cerca del Centro, a apenas dos minutos andando de la calle Larios, lo que asegura su atracción de viajeros.

La presidenta de la Junta de Andalucía, tras la reunión con el regidor, aseguró que la Consejería de Fomento se pondrá a redactar el proyecto de obra «de forma inmediata», con idea de que los trabajos puedan comenzar lo antes posible.

De la Torre, por su lado, se mostró favorable a esta alternativa al asegurar el trazado bajo tierra, aunque apuntó que hubiese preferido que llegara, al menos, a la plaza de la Marina. Así, el alcalde insistió en que «con independencia del punto donde se quede, que a lo mejor no es exactamente donde nosotros queremos, hay que ser sensibles a las capacidades presupuestarias del momento actual».

La presidenta de la Junta indicó que el metro «no puede ser objeto de confrontación política: ni lo merece la ciudad de Málaga ni es lo que esperan los ciudadanos de nosotros». «Hemos actuado con responsabilidad ambas instituciones, con un trabajo intenso que nos permite, en un plazo inesperado, que hoy esté sobre la mesa una solución pactada, dialogada y consensuada», añadió.

Díaz indicó que «de manera inminente, antes de que finalice el año, se podrá ver el tramo del metro que llega hasta El Perchel».

Acuerdo pactado

La gestación de este acuerdo se viene realizando a lo largo del verano, en que la Consejería de Fomento ha venido trabajando en esta alternativa y consensuándola con los concesionarios y el Ayuntamiento, tras la reunión que mantuvo De la Torre en Sevilla con el ex presidente José Antonio Griñán.

Este acuerdo destensa además las relaciones con la Consejería de Fomento, ya que la propia Elena Cortés llegó a amenazar al Ayuntamiento de Málaga con licitar en solitario las obras del metro en superficie, independientemente de la opinión del Consistorio. Finalmente ha tenido que rectificar y aceptar que el metro llegue soterrado.