Casi medio centenar de alumnos de la Escuela de Hostelería de La Cónsula se han concentrado esta mañana a las puertas del centro para exigir que representantes de la Junta o cualquier institución les expliquen si van a empezar el curso en octubre, como prometió la semana pasada el Ejecutivo andaluz, y si ello ocurre, cuáles serán las condiciones.

Los alumnos convocados pertenecen al segundo curso (22 a cocina y el resto a servicio). «Sólo queremos saber cuándo empieza el curso. No sabemos si empieza o ni si va a empezar», precisa Javier Mahedero, representante de los alumnos. La falta de fondos ha asfixiado a la escuela hostelera más prestigiosa de la Costa del Sol y una de las más importantes del país. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, prometió la pasada semana que iba a liberar fondos de inmediato para hacer frente a los pagos de proveedores y a la conformación de la oferta formativa.

Los alumnos, sin embargo, aseguran que «no se ha concretado una fecha para el inicio del curso, que en principio iba a ser el 16 de septiembre, y se ha visto pospuesta por la poca, más bien nula, información que nos ha sido proporcionada desde la Consejería de Educación, de la que dependemos desde el traspaso de poderes del año pasado».

En una nota remitida a esta redacción aclaran que no tienen seguridad alguna de que vayan a empezar el segundo año de formación, «dado que son dos ejercicios tanto en la especialidad de cocina como en la de servicio».

«Suponiendo que empezáramos, con un retraso histórico, ya que esta escuela siempre ha iniciado el curso a mediados de mes, no sabemos en las condiciones en las que lo haríamos», subrayan.

Tampoco conocerían el formato docente, ya que las condiciones no se han hecho públicas, lo que crea «incertidumbre e inseguridad» tanto para los profesores como para ellos mismos, que en algunos casos han dejado sus trabajos en negocios hosteleros de la Costa del Sol para poder completar su formación en este centro de referencia.

La idea de hoy es conseguir respuestas. La semana pasada, los consorcios escuela de la provincia -incluidos Benalmádena y Mijas- aclararon que era «prácticamente imposible» empezar el curso en octubre, ya que se debía dinero a proveedores, los suministros e incluso tampoco se habían pagado las nóminas de los trabajadores ni las ayudas al alumnado.