El segundo asalto en las negociaciones para un nuevo convenio colectivo en Limasa acabó ayer sin avance alguno tras más de cuatro horas de reunión, ante las posturas encontradas de los trabajadores y la empresa. La dirección mantiene la plataforma presentada el pasado martes, centrada en eliminación de la paga de productividad, de la bolsa de Navidad o en la reducción del plus complementario un 15%, entre otros puntos, y los trabajadores rechazan cualquier punto que afecte a su salario.

La reunión dejó un único acuerdo, consecuencia del enquistamiento de las posturas: empresa y representantes de los trabajadores decidieron dejar «aparcado» todo lo relativo al año 2013 ante la lejanía de las posiciones y una vez que los miembros del comité le hicieron llegar a la dirección de la empresa el resultado de la asamblea del pasado sábado, que por unanimidad planteaba dar por cerrado el 2013, que incluirá recortes salariales.

El diálogo está difícil pero ayer se impuso sobre otras posiciones más duras. De esta manera empresa y representantes sindicales entraron a discutir los puntos de la plataforma de la empresa que no tienen una afectación directa sobre el salario de los trabajadores, tales como la eliminación de los seis días extras de vacaciones, o trabajar de lunes a sábado descansando los domingo y un día entre semana, o repartir las vacaciones durante los 12 meses del año, cuando ahora se reparten entre cuatro.

Empresa y comité decidieron iniciar la discusión por separado de cada uno de estos puntos, comenzando por valorar el coste económico que tiene cada uno de ellos para ver su incidencia en el ahorro de seis millones de euros que la empresa exige para 2014 con el objetivo de acomodarse a la factura que le pagará el Ayuntamiento, seis millones inferior a la de 2012.

La idea es que ambas partes hagan números y los mismos se vuelvan a discutir en la reunión prevista para el viernes.

Frente a las posiciones muy enfrentadas en los puntos que suponen recorte de ingresos económicos para los trabajadores, empresa y representantes laborales decidieron ayer iniciar el diálogo en aquellos puntos donde las distancias son escasas y es posible alcanzar acuerdos. El objetivo es que esto sirva para abordar luego con más seguridad las medidas que separan a las dos partes. Se habla y eso ya es bueno.