Apenas un día después de la fecha inicialmente prevista para su reapertura tras el periodo vacacional, y que fue aplazada sine die hace justo una semana porque no había «demanda asistencial», la dirección del Hospital Materno se vio obligada ayer a reabrir la tercera planta del centro hospitalario. Entre la noche del martes y la mañana de ayer, ingresaron nueve mujeres a punto de dar a luz que tuvieron que ser reubicadas en distintas áreas del hospital ante la falta de camas en la planta segunda, la destinada a embarazos de alto riesgo y única disponible en los últimos meses para las embarazadas, que el martes se colapsó. Desde CCOO denuncian que lo ocurrido «se venía venir», mientras que la dirección del hospital mantiene que su reapertura estaba condicionada a la existencia de una demanda que se produjo en cuestión de horas.

En cuestión de horas, demasiadas, según CCOO, la tercera del Materno, la planta destinada a las parturientas que por prescripción médica deben permanecer ingresadas hasta el momento del parto, tuvo que ser acondicionada, limpiada, dotada de medicamentos y de personal, lo que no resultó fácil. Mientras tanto, nueve embarazas aguardaban en el hospital de día de la sexta poder ingresar en la planta que les correspondía, pero que no estaba preparada para atender a parturientas.

Asegura Juan Antonio Torres, secretario de CCOO en el hospital, que la de ayer fue una mañana «caótica», porque hubo que localizar al personal de esta planta, enfermeras y matronas que ya habían sido reubicadas en otras áreas, por lo que hubo que reorganizar al personal y sus turnos para garantizar la asistencia sanitaria.

«Cuando hace una semana denunciamos que la tercera iba a permanecer cerrada ya avisamos que la demanda existía, porque teníamos información de primera mano de ginecólogos y del resto de trabajadores del área de maternidad de que esto podía ocurrir», comenta Torres, quien pone el acento en que la demanda asistencial en Málaga obliga a tener abiertas de forma permanente la segunda y la tercera planta.

«La decisión de la dirección de no abrir la planta el pasado 1 de octubre se ha demostrado que se debió más a fines economicistas y de recorte encubierto de personal, que a una cuestión de demanda, que sí existía», concluye el delegado sindical de CCOO.