Vivir con cáncer de mama es un reto y las pacientes intentan llevar una vida lo más normal posible. Por ello, no es de extrañar que el 91,5% de las mujeres que padecen esta enfermedad hayan mostrado su preferencia por la terapia subcutánea del fármaco Trastuzumab, recientemente autorizada por la Unión Europea, frente a la versión intravenosa de este medicamento. Según un estudio realizado por 13 hospitales españoles, entre los que está Carlos Haya y Clínico, la práctica totalidad de las pacientes se decantan por este tipo de tratamiento porque reduce el tiempo en el hospital; 5 minutos, frente a los 30-90 minutos del tratamiento tradicional.

Según Alfonso Vázquez, oncólogo del Hospital Clínico e investigador del estudio PrefHER, que se acaba de presentar en el Congreso Europeo de Oncología, «sabíamos que la seguridad y la eficacia de la versión subcutánea de este fármaco es comparable a la formulación intravenosa», aunque, asegura, «nos faltaba determinar en qué medida esta nueva formulación del fármaco suponía también una ventaja en términos de calidad de vida para los pacientes y de satisfacción para los profesionales sanitarios», más allá de que los datos obtenidos sugieren que el gasto en recursos hospitalarios también se vería reducido ya que las mujeres con el tumor en fase inicial podrían reducir su estancia en el hospital del día en un 66%.