La Empresa Pública de Suelo, dependiente de la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta, realizó el pasado verano trabajos de mejora en el Corralón de las Dos Puertas de calle Curadero, construido en 1900, que fue desalojado por ruina el pasado mes de abril tras sufrir los inquilinos, durante años, acoso inmobiliario.

En concreto, EPSA informó por carta al colectivo de cien profesores de Geografía e Historia de la provincia que se han limpiado los canalones de la fachada «para facilitar la evacuación de aguas pluviales y se han eliminado los elementos sueltos de la fachada y de la cubierta».

Por otro lado, y siguiendo las indicaciones de los vecinos, se han eliminado las filtraciones de agua de lluvia.

EPSA indica que, puesto que estos trabajos se han realizado en verano, «en periodo de ausencia de lluvias», la empresa autonómica hará un seguimiento del corralón «cuando empiece la época de lluvias, para detectar otras posibles partes afectadas, a fin de darles solución y evitar de esta manera el deterioro que el agua de lluvia pueda ocasionar».

Con estas obras, EPSA considera «garantizada» la conservación de este histórico corralón, llamado de las dos puertas porque tiene entrada por las calles Curadero y Rosal Blanco.

Tras la marcha de los inquilinos, la Junta, última propietaria del edificio, lo tapió. Aunque sus planes iniciales eran derribarlo para construir viviendas sociales, en las navidades de 2011, gracias a una moción de IU apoyada por socialistas y populares, el corralón fue incluido en el catálogo municipal de edificios protegidos.

El pasado mes de julio La Opinión ya informó de la intención de la Junta de Andalucía de impermeabilizar el corralón con una inversión de 6.000 euros y arreglar algunos desperfectos. El delegado de Vivienda, Manuel García Peláez, informó entonces de que los técnicos de la Junta habían comprobado que la ruina del corralón era sólo económica (el coste de rehabilitarlo supera la mitad del valor del edificio), pero no técnico, pues mantiene la solidez de sus muros de piedra de 60 centímetros.

«Un reconocimiento del valor histórico»

El colectivo de cien profesores de Geografía e Historia de la provincia, que en 2011 reclamaron que el corralón no fuera demolido valoró en una nota las obras de EPSA. «Consideramos que tanto ellas como el seguimiento que van a realizar responden adecuadamente a la petición que hicimos al gerente de EPSA y al delegado de la Vivienda». Los profesores ven además en estas obras «un reconocimiento del valor histórico de este edificio y un compromiso real de conservación integral» y confían en que el Ayuntamiento también se implique.