Con una experiencia de tres décadas de profesión, la secretaria judicial Inmaculada Núñez Pedraza cambia de destino una vez cumplida la titánica tarea del juicio del caso Malaya, en el que ha sido la "mano derecha" del tribunal en los últimos tres años.

Licenciada en Derecho e Historia y experta en Criminología, está considerada por sus compañeros una "psicóloga magistral" de la que elogian su eficacia y buen hacer.

Núñez fue designada para trabajar en la mayor causa de corrupción conocida en un ayuntamiento español en julio de 2010, tres meses antes del comienzo del juicio.

Entonces le "entraron sudores", no sabe si por el calor propio del verano o por la magnitud de la documentación y organización del juicio, ha reconocido Núñez.

Una vez conocida la sentencia el pasado viernes, no se siente arrepentida en absoluto porque se ha sentido apoyada y estimulada en su trabajo, en el que uno de sus lemas es "no olvidar nunca que detrás de los papeles tratamos con personas", ha referido.

Ve a los miembros de su equipo como los "verdaderos artífices" de la cara pública del caso "Malaya", mientras que ellos elogian su apoyo y capacidad para sortear problemas, con los que se ha ganado el respeto de todos.

Entre las anécdotas de tantas jornadas de trabajo en esta causa sus compañeros recuerdan los refrescos que les subía cuando eran las 10 de la noche y llamaba a seguridad para que "no les apagaran la luz".

Aficionada a la arqueología, la lectura y la música, se tomó el caso Malaya como un gran reto profesional, "un procedimiento muy especial que ha requerido una actuación muy especial y un contacto muy estrecho con todos los profesionales" que participaban con el objetivo de que el juicio se desarrollara "con las máximas garantías.

La secretaria del saludo "¿Qué tal estáis? ¿Hay algún problema?, ha pasado por juzgados de instrucción, juzgados penales, la Sección Primera de la Audiencia malagueña y la Sección número 26 de Madrid, y ahora se ha incorporado a la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Málaga.