No hay espacio. Eso les dicen. Por eso darán clases en la escalera de la facultad. Para protestar por su aislamiento y su destierro a un aulario situado a más de 20 minutos a pie de Filosofía y Letras. Alumnos de segundo curso de Historia del Arte inician así una serie de protestas contra su situación y como cuentan con el apoyo de sus profesores, esta mañana darán clase en la calle a partir de las 12.00 horas.

Marina Esteve, portavoz de los alumnos, calcula que hay unos 80 alumnos afectados. Desde que comenzó el curso conocen que tienen que desplazarse hasta el aulario Antonio de Peñalver, situado en la rotonda del Hospital Clínico Universitario. Se quejan de que, de este modo, además de la lejanía con el centro matriz (en el otro extremo del campus de Teatinos), no tienen acceso ni a la biblioteca ni a las tutorías. Además, según explica, «los profesores llegan diez minutos tarde y se van diez minutos antes». Además, algunos alumnos tienen clase en los dos edificios a horas consecutivas.

Esteve señala que ya han enviado dos instancias al decanato «que no han sido respondidas». «Sólo nos dicen que no hay espacio y que nos mandan allí a nosotros porque no necesitamos utilizar ordenadores, cuando en nuestra facultad, en realidad, poco alumnos los necesitan», añade esta alumna, que insiste en el deseo de sus compañeros de dar las clases «donde nos corresponde».

Los alumnos sospechan que los recortes a los docentes tienen mucho que ver con su traslado al aulario, «ya que hasta el curso pasado, había dos grupos en el turno de mañana y otros dos en el turno de tarde, y este año hay tres turnos de mañana y sólo uno de tarde». «Por eso no cabemos», sostiene. «Todo esto revela una gran falta de organización», añade Esteve. Del mismo modo, no entienden por qué ellos tienen que desplazarse hasta el aulario Antonio Peñalver cuando en el Gerald Brenan, justo al lado de la facultad y que pertenece a Letras, «estudian alumnos de otras titulaciones».

Según anuncian los estudiantes, dar las clases en la escalera es sólo el primer paso para llamar la atención sobre su situación. Confían en que puedan encontrarle una solución, «pero si no, no descartamos hacer huelga, aunque nuestro interés es dar clases, pero en nuestro centro», concluyó.