Antes de que la rectora pronunciara su discurso, con el que se puso el colofón al acto de apertura del curso, el nuevo consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, José Sánchez Maldonado, tomó la palabra para defender la importancia de la educación, que es la «mejor herramienta para alcanzar un futuro de provecho tanto individual como colectivo» y el compromiso del Gobierno andaluz por impulsar la enseñanza superior. Porque, como dijo, «la Universidad es uno de los sectores que produce más retornos económicos y sociales».

El profesor malagueño apostó por la capacidad de especialización de las universidades para aumentar su competitividad, lo que implica «potenciar las ventajas competitivas de nuestra región y reunir en torno a ellas los recursos y actores capaces de desarrollarlas». Como ejemplo mencionó el Campus de Excelencia Andalucía Tech, entre la UMA y la Universidad de Sevilla.

Marcó como objetivo del Gobierno andaluz «convertir las universidades y centros de investigación en espacios competitivos, capaces de atraer el mejor talento y capaces de responder a las demandas de nuestro tejido productivo y de nuestra sociedad». También destacó el «dinamismo» de la UMA en sus relaciones con el tejido productivo, fundamentalmente mediante sus conexiones con el PTA. Actualmente, supera los 400 contratos de colaboración con empresas y ocupa el segundo puesto en Andalucía en transferencia tecnológica y el decimoquinto a nivel nacional.

El consejero defendió el «éxito» del sistema educativo andaluz por su capacidad de «atender a los que tienen más dificultades y menos recursos» y lamentó las últimas iniciativas estatales, que «no hacen más que generar incertidumbre y añadir dificultades a la institución y a las familias».

Según subrayó Sánchez Maldonado, «las universidades son una garantía de igualdad de oportunidad», por lo que «debemos esforzarnos para que se garantice la formación también de quienes tienen unas condiciones socioeconómicas más desfavorables».

En cuanto a la I+D+i, abogó por «rentabilizar» la inversión en este capítulo, conseguir que el conocimiento generado por las universidades y centros de investigación impacte en el entorno productivo, «mejorándolo, haciéndolo más innovador y, por tanto, más competitivo y sostenible».

«Nuestro compromiso con la universidad es irrenunciable», aseguró el titular andaluz de Economía, quien indicó también que la colaboración entre la Junta y la comunidad universitaria es «permanente».

Por último, hizo hincapié en que el Gobierno andaluz es consciente de que apoyar la educación es «la mayor contribución que podemos hacer desde lo público» para «dinamizar la economía y garantizar el desarrollo de una sociedad más preparada, más responsable y más libre».