El Ayuntamiento de Málaga y los socios privados de Limasa -FCC, Urbaser y Sando- han renunciado a su parte de beneficio industrial con el objetivo de cuadrar las cuentas de la empresa de limpieza. Esto supondrá que dejen de ingresar los 1,2 millones de euros que se reparten al año tras impuestos, a razón de unos 600.000 euros para el Consistorio y otro tanto para los socios privados.

El concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, subrayó que este acuerdo ya está cerrado con los socios de Limasa para este año, lo que permitirá acercarse a los ahorros previstos para este año, que eran de cuatro millones y de los que dos millones se conseguirán mediantes rebajas de la masa salarial.

Jiménez reconoció que están negociando con los privados que gestionan Limasa la posibilidad de extender esta medida a 2014, ya que «si les estamos pidiendo a los trabajadores una renuncia salarial es justo que también asuma un sacrificio la parte privada». No obstante, el edil reclamó una mayor flexibilidad a los trabajadores y subrayó que las rebajas se tienen que hacer de forma proporcionada, ya que «no es comparable el sacrificio de 500.000 euros que hace la parte privada cuando la masa salarial de Limasa es de 65 millones de euros».

Por su lado, la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Málaga, María Gámez, aseguró ayer que en el conflicto de Limasa el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, «sólo busca asegurar los beneficios empresariales a costa del recorte de derechos y despido de los trabajadores, mientras son los malagueños los que pagan esta situación con unas calles cada vez más sucias».

«Por culpa de la pésima gestión de De la Torre tenemos un conflicto permanente con el servicio de limpieza», lamentó Gámez, al tiempo que acusó al regidor de «dar una patada a la lata cada vez que existe una amenaza de huelga».