En inglés es el crowdfunding, en español, financiación colectiva o micromecenazgo por internet, para sacar adelante proyectos o negocios que no se financian por los cauces tradicionales pero que cautivan a muchos internautas.

En noviembre del año pasado, yendo un día en autobús al trabajo, al economista gaditano Jesús Guerrero, residente en Málaga desde 1998, se le ocurrió la idea de crear una empresa de este tipo en Málaga, a la que llamaría Microinversores. Registró el nombre en internet (www.micro-inversores.com) y el próximo mes será el estreno oficial de la aventura empresarial.

En este último año, «una carrera de sprint con muchísimas horas sin dormir, mucho esfuerzo y muchísimas conversaciones con personas y colaboradores, analizando nuestro plan de negocios y viendo que es viable», resume Jesús Guerrero, que explica que Microinversores es la primera plataforma de financiación colectiva que se crea en Málaga y la segunda de Andalucía (existe una plataforma de micromecenazgo en Puente Genil).

El director general y cofundador, junto con Eva Gómez, de Microinversores, subraya el magnífico «caldo de cultivo» que existe en Málaga para este tipo de iniciativas empresariales: «La iniciativa emprendedora es muy fuerte, tenemos las incubadoras de empresas de Promálaga, el vivero de empresas de la Cámara de Comercio, dos aceleradoras, el Club del Emprendimiento, la red de Business Angels...» enumera.

Además, Jesús Guerrero recuerda que «la crisis está claro que hace que muchas personas se planteen el emprendimiento como una vía de autoempleo» y no acudan a la financiación tradicional, porque la financiación privada se va reduciendo y en cuanto a la privada, los bancos exigirán un aval ante cualquier proyecto.

La plataforma de Microinversores, con un primer objetivo de implantación en Málaga y Andalucía, pero con afán de competir en toda España, analiza los proyectos empresariales y de innovación que les presentan, estudia la viabilidad y si le da el visto bueno, puede acogerse a tres tipos de financiación colectiva.

La primera de ellas, la más conocida, es la donación: los internautas aportan un dinero a cambio de una recompensa, que puede ser, por poner dos ejemplos, una mención honorífica o una taza con el logo. De las donaciones, Jesús Guerrero cuenta que «están más vinculadas a proyectos culturales, deportivos y sociales y también empresariales», por eso no descarta poder apoyar en un futuro la publicación de un libro o una película.

La segunda modalidad es la pre-venta: a cambio de apoyar con dinero el lanzamiento de un producto, lo recibes en unas condiciones mejores antes de que salga. «Si tienes previsto venderlo a 100 euros, la idea es que lo vendas a 50», pone de ejemplo.

La plataforma malagueña incorpora una tercera modalidad, que, explica el director general, la convierte en la primera plataforma de crowdfunding de España en adoptarla: el préstamo participativo, que consiste en que los inversores prestan una cantidad y el emprendedor establece el tipo de interés y la cantidad que quiere. También cabe en esta modalidad un reparto de beneficios. Además, para acceder a estos préstamos, los empresarios deberán aportar un pequeño porcentaje. «Para que el inversor se quede tranquilo porque el emprendedor va a arriesgar parte de su capital».

Microinversores se lleva un 5% si el producto consigue financiación en un plazo de 40 días (en caso contrario, ninguna de las dos partes se lleva nada). Si el mecenazgo funciona, existe la posibilidad de pasar a una segunda fase: apoyo para difundir el producto ya financiado, también en 40 días de plazo. En este caso, todo lo recaudado va al proyecto y la plataforma malagueña se lleva el 5%.

Microinversores lleva un año realizando talleres de mecenazgo y participando en foros y ya cuenta con 20 proyectos muy diversos a punto de buscar apoyos a partir de noviembre. «Tenemos proyectos de hostelería, sociales, de formación, aplicaciones para móviles, redes sociales y hasta un programa de televisión», enumera Eva Gómez, manager de la plataforma, lista para funcionar.