El secretario vecinal, Juan Ávila, mostró ayer su sorpresa por la decisión municipal, así como por el plazo de 5 días para dejar el local. «Tenemos cosas y que informar a la gente», argumentó, al tiempo que apreció «mala fe total». Juan Ávila informó de que la asociación presentó alegaciones que fueron descartadas por Urbanismo y que la entidad sí había admitido a algunos vecinos, como pedía el Ayuntamiento. «Lo que no vamos a hacer es aceptar como socios a vecinos que insultan y amenazan», dijo. El secretario anunció una reunión de la junta directiva para estudiar posibles medidas legales.