¿En qué trabajan los diputados y parlamentarios? ¿Sólo se dedican a utilizar el dedo para votar lo que le pide el partido? ¿Están justificados los 2.813 euros mensuales que cobra de base cada diputado en el Congreso, sin contar complementos? ¿Y los 51.500 euros anuales del parlamentario andaluz de media? Es difícil responder a estas preguntas de forma concisa. Lo primero, en todo caso es analizar la actividad habitual de los representantes de la provincia en las principales cámaras legislativas: el Congreso y el Parlamento andaluz.

Las preguntas son quizá el arma más habitual en la actividad parlamentaria. Tanto escritas como orales, estas permiten a los diputados obtener información oficial sobre los distintos temas que interesan a una provincia. El número de cuestiones planteadas por un representante político nos muestra una parte de este trabajo.

En el Congreso, en el que hay diez diputados elegidos por la provincia de Málaga, destaca sobre el resto la actividad del diputado socialista Miguel Ángel Heredia, que suele desarrollar una labor frenética en la redacción de preguntas. Desde que se constituyó el actual pleno, ha presentado 1.687 preguntas, lo que supone una media de 2,5 preguntas diarias en lo que llevamos de legislatura. A esto habría que sumar diez solicitudes de comparecencia o de información a los ministros.

Pero el dato en sí puede llevar a engaño. En casi dos años ya ha superado ampliamente las 1.144 preguntas que realizó durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Se ve que le motiva más preguntar al gobierno del Partido Popular. Además, el tono de las cuestiones es otro, más agresivo en esta legislatura que en la anterior. La lucha política tiene esas cosas.

Villalobos baja el ritmo

Precisamente el caso de la diputada del PP Celia Villalobos es paradigmático de esta diferencia de actividad. En los poco más de tres años y medio de Zapatero realizó 6.230 preguntas al gobierno socialista y en especial a la que fue ministra de Fomento, Magdalena Álvarez. Es decir, una media de 4,2 preguntas diarias. Es lo que se llama un martillo pilón político. Ese énfasis se esfumó con la victoria de Mariano Rajoy. La ahora vicepresidenta del Congreso contabiliza 37 intervenciones en casi dos años de legislatura.

Es diferencia entre el PP y el PSOE se hace evidente al echarle un ojo a la actividad parlamentaria de sus respectivos diputados. Ninguno de los representantes de los populares supera las 42 intervenciones de Joaquín Villanova, mientras que sus homólogos socialistas superan las 100 intervenciones y con Heredia por encima de las 1.600. Alberto Garzón, representante de IU, se sitúa en las 161 intervenciones, un nivel muy alto en comparación con el resto de los diputados malagueños.

Parlamento andaluz

El Parlamento andaluz vive la situación contraria que en el Congreso. El gobierno en coalición del PSOE e IU anima a los parlamentarios populares a multiplicar su actividad fiscalizadora, mientras que en el PSOE tienden a reducir sus intervenciones hasta el mínimo.

De los 17 parlamentarios andaluces, siete de los ocho del PP se encuentran entre los 10 con más actividad parlamentaria en el año y medio que llevamos de periodo de sesiones, con Ana Rico, José Eduardo Díaz Molina y Antonia Ruiz comandando las operaciones de oposición por parte de los representantes malagueños, al sumar entre ellos un tercio de todas las intervenciones realizadas por los parlamentarios malagueños. Dolores Quintana, parlamentaria de Izquierda Unida, es la única por Málaga que supera las 100 intervenciones sin pertenecer al Partido Popular. La actividad del PSOE, por su parte, toca mínimos. Salvo los parlamentarios José Bernal y Enrique Benítez, con 93 y 91 intervenciones en esta legislatura, el resto se sitúa muy por debajo de las 50 actuaciones.

El mínimo lo marca Salomé Arroyo, con 20 acciones parlamentarias, aunque en su descargo hay que aclarar que lleva en el Parlamento andaluz desde el mes de junio pasado, cuando entró en sustitución de Paulino Plata, ahora presidente e la Autoridad Portuaria de Málaga. Sin embargo, Remedios Martel lleva un año más como parlamentaria y sólo ha realizado una intervención más, con 21.

Luciano Alonso, exento

Queda fuera de este análisis Luciano Alonso, que al ser consejero andaluz -lleva la cartera de Educación, Cultura y Deporte- no puede realizar preguntas o solicitudes de información.

Estos datos vienen a mostrar hasta qué punto existe un doble rasero a la hora de plantear la actividad parlamentaria, en función de quien gobierna y de la defensa de los «colores» por encima de los intereses más locales. Ahora queda responder a las preguntas planteadas al comienzo y comenzar a sacar las conclusiones.

Miguel Ángel HerediaDiputado nacional. PSOE1.697 intervenciones. El más preguntón del Congreso

1.687 preguntas Este diputado socialista suele marcar siempre números muy altos de actividad parlamentarias, superando las mil preguntas por legislatura de forma holgada. Desde que salió elegido el Gobierno del PP su actividad se ha multiplicado respecto a la anterior legislatura, cuando en poco más de tres años de Gobierno de Zapatero realizó 1.144 intervenciones, frente a las 1.697 que lleva en los dos años de Mariano Rajoy. La mayor parte de sus actuaciones son preguntas escritas sobre distintos temas relacionados con asuntos de la provincia, con 1.640 realizadas. Además, ha realizado 47 preguntas orales y 10 solicitudes de informes y comparencencias.

Ana Rico TerrónParlamentaria andaluza. PP218 intervenciones. Peso compartido en el PP

198 PREGUNTAS Ana Rico lleva el peso de la actividad parlamentaria del PP referente a la provincia de Málaga junto con José Eduardo Díaz Molina, que ha realizado una intervención menos (217), y Antonia Ruiz Molina, con 207 intervenciones. Estos tres parlamentarios superan ampliamente las 200 intervenciones en año y medio de actividad parlamentaria. Ana Rico es ya una veterana en el trabajo parlamentario, realizando 198 preguntas y 17 solicitudes de comparecencias e información, así como tres escritos. José Eduardo Ruiz, por su parte, tiene menos preguntas hechas al gobierno andaluz, pero ha solicitado ocho comparecencias e informes más.