El debate sobre el sueldo de los políticos es espinoso, ya que suele ser materia de polémica y encendidos debates. Los mayores niveles salariales se registran en el Congreso de los Diputados, aunque tienen el sueldo congelado desde 2010. De media, un diputado gana 2.813 euros al mes, lo que supone casi 40.000 euros al año, aunque las remuneraciones no se quedan ahí y los distintos pluses pueden llegar a casi duplicar esta cifra al cabo del año. El diputado medio que no pertenece a la circunscripción de Madrid cobra, además de su sueldo, unos 1.823,86 euros al mes en concepto de compensación por vivir fuera de la capital y tener que buscarse una vivienda. Además, se le reembolsa el dinero gastado en transporte para ir a su provincia y se le abonan 3.000 euros en una tarjeta para utilizar en el servicio de taxi de Madrid, salvo que disponga de coche oficial.

Estas cifras no resisten la comparación con el sueldo medio del malagueño que, según los ingresos declarados en 2012 a Hacienda se situó en 16.200 euros al año, cuatro veces menos que un diputado.

Todo esto supone una media de 68.000 euros al año, que pueden ser más si el diputado tiene algún cargo dentro de alguna comisión parlamentaria. Así, como portavoz adjunto o secretario de comisión recibiría 697,65 euros al mes en concepto de dieta; y unos 1.046 euros si ostenta el cargo de portavoz o vicepresidente.

Celia Villalobos tiene un régimen especial como vicepresidenta del Congreso, lo que le reporta un sobresueldo mensual de 2.927 euros en función de su cargo.

En el caso de los parlamentarios andaluces, los ingresos son más moderados, rondando los 51.500 euros de media. Esta cifra se sitúa por debajo de la media nacional, que ronda los 54.000 euros, y muy lejos de las cifras del País Vasco, donde cada parlamentario autonómico cobra una media de 72.000 euros al año, o Extremadura, con 66.850 euros.