Nuevo pulso a Wert y a su ley, que ya ha pasado el trámite del Congreso con el único apoyo del PP. Los sindicatos buscan la parálisis total de la enseñanza este jueves, en la segunda huelga general de educación que se celebra a nivel estatal, tras la del pasado 9 mayo y que logró aulas vacías, una masiva presencia en las calles manifestándose en contra de la LOMCE, pero que no doblegó, sin embargo, la firme decisión del Gobierno por llevar a cabo su reforma. No importa. La comunidad educativa mantiene su lucha contra lo que considera una ley que ataca a la escuela pública de calidad, retrocede 50 años y favorece a los hijos de los ricos.

A la huelga están llamados más de 17.000 docentes y más de 370.000 alumnos de todos los niveles educativos en la provincia de Málaga, desde Infantil hasta la Universidad. También de la escuela concertada. Y el personal de administración y servicios. La idea es que los padres no lleven a sus hijos menores a clase ese día y se sumen así al paro, ya que los alumnos de Infantil y Primaria no tienen derecho a hacer huelga.

Las organizaciones representantes de la comunidad educativa andaluza animan a la participación en la huelga del 24 de octubre en contra de los recortes que se están aplicando en educación, ya vengan del Gobierno de la nación o de la Junta de Andalucía, y de una ley que va en contra de la educación pública. «A favor de la privada. Una ley segregadora, injusta que favorece los intereses de las familias ricas, y que ataca los intereses de la clase trabajadora», según dijeron ayer los distintos representantes sindicales que explicaron sus motivos para ir a la huelga el jueves.

Así, Encarnación de la Chica, responsable de Enseñanza Pública de UGT, destacó que se trata de una ley que «nace fuera de consenso» y que no ataja el problema de la educación en España, «ya que no viene acompañada de medidas económicas». Los sindicatos están también en contra del sistema de reválidas, ya que consideran, como señaló Juan Muñoz, de la CGT, que «hace retroceder la educación 50 años, cuando sólo el 1% de los hijos de las clases trabajadoras lograba estudiar una carrera en la Universidad».

María Gracia del Amo, de ANPE, indicó que España pierde una nueva oportunidad para mejorar la educación, ya que la nueva ley «perjudica seriamente a la enseñanza pública». CSIF también se opone «totalmente» a la LOMCE, según aseguró Ramoni Ruiz, presidenta de Enseñanza de esta central sindical. «Creemos que lo único que representa es un acoso y derribo contra la enseñanza pública», dijo, a la vez que reiteró la necesidad de que en España se produzca un pacto de Estado por la educación que sea duradero. «Esta ley mira exclusivamente al ombligo del PP», añadió.

Por parte de CCOO intervino Yolanda Gamero, que afirmó que la nueva ley «culpa a los profesores de todos los males de la educación». Todas las fuerzas sindicales presentes hicieron hincapié en que la Ley Wert elimina el derecho de padres y profesores a participar en la toma de decisiones de los centros, ya que hace prevalecer la figura del director, o que se prevé la cesión de suelo público para construir centros privados, «queriendo convertir a las escuelas en empresas», precisó Florentina Claros, de USTEA.

En todas las capitales de provincia han sido convocadas manifestaciones. En Málaga partirá de la plaza de la Constitución a las 18.00 horas, aunque el recorrido a seguir tiene aún que ser aprobado por la Subdelegación del Gobierno.

Además, el Sindicato de Estudiantes va más allá e iniciará una huelga de tres días a partir de hoy en toda la comunidad autónoma andaluza. Habrá piquetes informativos por parte de alumnos de institutos y universidades dando cuenta de los «recortes» y «ataques» en los que se motiva la convocatoria de huelga. El miércoles también habrá una marcha en Málaga.