Los alcaldes del PP incrementaron su estrategia de presión para que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, pague la deuda de más de 16 millones de euros con los ayuntamientos más pequeños de la provincia. Aunque a las 15.30 horas han disuelto el encierro que mantenían desde el viernes en la delegación del Gobierno de la Junta, minutos antes de que empezara el partido Málaga-Celta y horas antes del duelo entre el Real Madrid y Barcelona, la mañana ha sido bastante agitada, con cruce de descalificaciones, acusaciones de intentos de atropello y con la policía nacional pidiendo la documentación al vicesecretario general del PP de Málaga, Francisco Oblaré, cuando trató de cruzar el cordón de seguridad y entregar un escrito a la presidenta de la Junta de Andalucía al acabar el acto institucional del X aniversario del Museo Picasso en Málaga.

A primera hora de la mañana, cargos del PP y alcaldes dejaron el encierro y fueron hasta un hotel del centro donde estaba la presidenta de la Junta de Andalucía con la intención de entregarle un documento sobre las deudas de la administración andaluza con municipios de la provincia. Los responsables de seguridad de la presidenta, al ver que habían tomado la puerta del establecimiento, decidieron hacer salir a Díaz por la puerta del parking, donde se ha vivido algún momento de tensión.

Algunos de los populares aseguran que el coche de la presidenta ha salido del parking primero a un ritmo lento para acelerar después, poniendo en riesgo la integridad física de algunos de los manifestantes. Sin embargo, fuentes de la Junta de Andalucía, desmienten esta situación y aseguran que varios cargos del PP aporrearon el coche de la presidenta de la Junta de Andalucía.

Tras este primer encontronazo, que el PP difundió a través de videos en las redes sociales, los alcaldes populares con Francisco Oblaré a la cabeza siguieron a Susana Díaz hasta el Museo Picasso, donde sobre las doce de la mañana presidió el acto institucional de diez años de la pinacoteca en Málaga. "No queremos reventar el acto, sólo entregarle una carta", asegura a La Opinión de Málaga un militante que prefiere no dar su nombre.

Sin embargo, cuando terminó el acto y tras comunicarles a los dirigentes del PP que "no era el lugar idóneo para un encuentro con la presidenta de la Junta de Andalucía", el vicesecretario general del PP de Málaga, Francisco Oblaré, trató de eludir el cordón de seguridad de la presidenta de la Junta de Andalucía, lo que provocó un forcejo con los policías nacionales y escoltas de Díaz. La policía, según fuentes del PSOE, recriminaron esta actitud a Oblaré y le solicitaron la documentación.

El PSOE-A pedirán explicaciones al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, tanto en el Congreso de los Diputados como en el Senado, por el "acoso" que este sábado ha sufrido la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en el hotel de Málaga en el que se alojaba antes de asistir a un acto institucional, a la par que ha considerado que los vicepresidentes del PP en la Diputación de Málaga deben dimitir por estos hechos, que ha tildado de "inexplicables e intolerables". En declaraciones a Europa Press, el vicesecretario del PSOE-A, Mario Jiménez, ha censurado tanto lo ocurrido como que los protagonistas "no han sido militantes de base del PP, sino los más altos dirigentes del PP en la provincia". Así, a su entender, "han decidido usar métodos de la 'kale borroca' para hacer una manifestación violenta, zarandeando el coche de Díaz y provocando una situación que no tiene sentido".

Tras mostrarse "enormemente preocupado", Jiménez ha avanzado que su partido pedirá explicaciones al ministro del Interior en las Cámaras parlamentarias porque, según ha indicado, se ha producido una circunstancia "muy extraña", toda vez que los dirigentes del PP conocían el hotel donde se alojaba Díaz, "una información que es reservada por motivos de seguridad". Así, también pedirán explicaciones por este extremo a la Subdelegación del Gobierno en la provincia. Los socialistas andaluces quieren saber cómo ha llegado esa información a manos de los dirigentes del PP en la provincia de Málaga, cuando esa información "sólo deben conocerla la Subdelegación y los escoltas, por motivos de seguridad".

Tras los incidendes, el grupo perseguidor de Díaz se dirigió a la Delegación del Gobierno, donde el vicesecretario de Política Municipal del PP, José Ramón Carmona, ha explicado a este periódico que el delegado del Gobierno, José Luis Ruiz Espejo, ha roto el acuerdo al que se llegó ayer, consistente en dejar salir a los alcaldes y portavoces encerrado lo que quisieran, de tal manera que el edificio se mantenía con seguridad pero abierto. Los policías pidieron a Carmona pasadas las 12.00 horas del mediodía una lista con 16 nombres, los únicos que podrían estar dentro y seguir con el encierro, entre los que estaban, por ejemplo, el alcalde de Nerja, José Ignacio Armijo, el de Sayalonga, Antonio Pérez, o la diputada provincial Emiliani Jiménez.

Tras mantener una reunión, sobre las 15.30 horas los alcaldes y concejales del PP menores de 25.000 habitantes han decidido abandonar el encierro que mantienen desde el pasado jueves en la Delegación del Gobierno andaluz ante "la negativa de la Junta a dialogar".