Los promotores y responsables de campos de golf en Andalucía están en pie de guerra. La nueva normativa que está redactando la Junta de Andalucía para regular la construcción de nuevos campos de golf de interés turístico no gusta nada al sector, que advierte de que eso paralizará muchos proyectos en la comunidad autónoma y, en especial, en Málaga, que lidera este segmento turístico.

La nueva norma establece unos requisitos mucho más exigentes para obtener la calificación de «interés turístico», necesaria para los nuevos proyectos que no están ya en el planeamiento municipal. Además, los empresarios del sector critican el cambio de criterio sobre el silencio administrativo, que hasta ahora se establece como una aceptación del proyecto transcurrido seis meses y que con el nuevo decreto «pasaría a ser negativo y con sólo olvidarse de un proyecto quedaría denegado», asegura el director de la Real Federación Andaluza de Golf, Manuel Lozano, que asegura que el nuevo decreto «viene a minar aún más la crítica situación que está viviendo el sector del golf en los últimos tiempos».

Lozano, quien afirmó que existen una veintena de proyectos de campos de golf de interés turístico en Andalucía, cuatro de ellos en Málaga, recalcó además que la intención de la Consejería de Turismo es aplicar la nueva normativa «con carácter retroactivo», lo que dejaría en el aire los proyectos que están ahora en marcha. «Son inversiones creadoras de riqueza y puestos de trabajo que, casi con seguridad, se quedarán en eso, en proyectos si se aprueba y publica este nuevo decreto», advierte Lozano.

Ahora está abierto el plazo para presentar alegaciones al borrador presentado por la Consejería de Fomento, donde también se establecen una serie de requisitos a los proyectos de campos de golf como una mayor protección del entorno medioambiental, la autosuficiencia hídrica, la prohibición de desarrollarse junto a cauces de arroyos o la imposibilidad de alterar éstos con embovedamientos.

Sobre las nuevas exigencias, el gerente de la Real Federación Andaluza de Golf apuntó que estos proyectos ya tenían «una serie de condicionantes en materia urbanística y de territorialidad que los hacían bastante restrictivos». Sin embargo, con el nuevo decreto los proyectos pasan a ser «de difícil cumplimiento, ya que exige que la edificabilidad se localice junto a los núcleos urbanos existentes, lo que hará desaparecer la posibilidad de nuevos desarrollos». Así, Lozano recalca que esta exigencia frena cualquier nuevo proyecto de campo de golf en terrenos de expansión, al obligarlos a pegar las promociones residenciales al suelo urbano existente.

Asegurar la calidad

El delegado de Fomento y Turismo, Manuel García Peláez, defendió el cambio normativo que regula los campos de golf «de interés turístico»y recalca que el objetivo es que se cumpla con el sentido turístico de los proyectos, promoviendo el uso hotelero y deportivo sobre el residencial.

García Peláez afirmó que «no pueden ser una excusa para hacer grandes urbanizaciones y con esta regulación se garantiza la calidad de las instalaciones turísticas». «No hay que confundir la calidad con el grado de urbanización», advierte el delegado de Fomento y Turismo en Málaga.

Entre los aspectos que destaca sobre la nueva normativa se encuentra que se priorice el uso hotelero y deportivo sobre el residencial, que queda limitado en espacio dentro de estos proyectos, obligatoriamente adheridos a zonas ya urbanizadas y con un 30% reservado para VPO.