La Inspección Médica estudiará las alegaciones presentadas por la auxiliar de enfermería que la semana pasada se incorporó con muletas a su puesto de trabajo en el Materno Infantil de Málaga. Así lo confirmaron ayer a este periódico fuentes de la Delegación de Salud de la Junta, quienes subrayaron que las alegaciones presentadas por Consuelo García se contestarán como todas las que llegan a dicho departamento, aunque no precisaron los términos en los que se llevará dicha respuesta ni la fecha exacta de la misma. Mientras tanto, Consuelo García tendrá que seguir acudiendo con sus muletas a la segunda planta del Materno Infantil, donde trabaja en la Unidad de Lactantes.

Tal y como adelantó el sábado este periódico, la trabajadora, de 62 años, presentó el 24 de octubre un escrito de alegaciones para que la Inspección valorara de nuevo su caso, ya que asegura que el alta se la dio un inspector, y no su médico de cabecera ni el especialista de traumatología que le atiende de la lesión que asegura sufre en la rodilla. No obstante, la auxiliar de enfermería asegura que el alta se la dieron antes de las pruebas que el traumatólogo había encargado para completar el diagnóstico.

Consuelo asegura que se lesionó la rodilla en agosto cuando acudía a la llamada urgente de una madre. Según su versión, durante la carrera cayó y se golpeó el hombro, el brazo y la rodilla izquierda, siendo ésta última la zona más afectada por el golpe «por sufrir una artrosis». Primero fue a Urgencias del Materno y luego a Carlos Haya, hasta que su médico de cabecera le firmó una baja a la espera de pruebas más exhaustivas. Según Consuelo, el proceso se complicó en el Centro de Alta Resolución de Especialidades (CARE) porque el traumatólogo «sólo hace consulta una vez al mes y acumula un retraso de más de un año», por lo que la remitieron de nuevo a Carlos Haya, donde el especialista solicitó nuevas placas.

La auxiliar dice que estas pruebas no se habían realizado cuando la Inspección la citó el 15 de octubre en la calle Córdoba, donde le entregó al inspector las peticiones del especialista. «Sin comentarme nada del alta me dijo que fuera al médico de cabecera, cuya cita tenía concertada para el 22 de octubre. Allí el médico me dice que la Inspección me había dado el alta dos días antes (domingo) y que debía incorporarme inmediatamente al trabajo», continúa. Según esta mujer, su trabajo se lo tienen que repartir sus compañeras de turno, ya que ella no puede coger niños, dar medicación o hacer una cuna».