La Subdelegación del Gobierno en Málaga ha asegurado que en la visita del pasado sábado de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, a la capital, "se ha actuado con arreglo al protocolo previsto para todas las visitas institucionales, sin que en éste ni en ningún otro caso se haya producido actuación alguna al margen de lo que establecen los procedimientos habituales y dentro del más estricto principio de lealtad institucional". Además, ha pedido que "cesen las acusaciones insidiosas y contrarias a la verdad".

Desde la Subdelegación del Gobierno en Málaga, han apuntado, a través de un comunicado, que la institución "desconocía los horarios privados de la presidenta en la capital, que nunca se le comunican" y han desmentido "tajantemente ser responsables de ninguna actuación ajena a su papel institucional".

Así, han lamentado que "se cuestione la rectitud y la profesionalidad de sus responsables y del equipo de funcionarios que en ella trabajan en base a juicios de intenciones e insinuaciones que dañan su honorabilidad y son completamente ajenas a la verdad".

"Las subdelegaciones del Gobierno en general, y en concreto la de Málaga, refuerzan los dispositivos de seguridad de las diferentes autoridades cuando los servicios de seguridad competentes, en este caso la Policía adscrita, así se lo requieren", han explicado.

En este caso, han precisado, la Policía adscrita a la Junta de Andalucía, que se ocupa de la seguridad de la presidenta, "no solicita ningún dispositivo, sólo una 'requisa' -inspección- previa en el Museo Picasso que fue realizada con unidades de guías caninos especialistas en detección de explosivos por agentes del Cuerpo Nacional de Policía".

Por otra parte, han apuntado, "la agenda de la visita de la presidenta a Málaga era conocida por múltiples instancias, entre ellas la Consejería de Presidencia de la Junta, la Consejería de Justicia e Interior de la Junta y la Policía adscrita".