La dirección de Limasa planteará hoy como ultimátum ante el bloqueo de las negociaciones del convenio colectivo la aplicación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (Erte) que mandaría al paro durante tres meses y por bloques a los 1.200 operarios fijos de la plantilla.

Tanto la dirección de Limasa como el Ayuntamiento reclaman la adopción de una serie de ajustes para recortar de su capítulo de gastos los seis millones de menos que recibirá del Consistorio. Tras varias semanas de negociaciones y ante el bloqueo, Limasa optaría por imponer un ERTE que entraría en vigor el 1 de enero. El Ayuntamiento ya advertía el martes en un comunicado que en caso de falta de acuerdo entre empresa y trabajadores, esto «obligaría a la dirección de Limasa a implantar las medidas que considere necesarias para reducir sus costes».

Esta medida que manejan la dirección de la empresa y el Ayuntamiento sería un expediente de regulación temporal de empleo, según adelantó ayer el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre.

La propuesta no es nueva y ya fue planteada por la empresa en octubre de 2012 cuando se iniciaron las negociaciones para el convenio de 2013, pero fue retirada ante la amenaza de huelga de los trabajadores y sustituida por otras como la eliminación del descanso de los domingos o ampliar a todo el año el periodo para tomar vacaciones.

El ERTE que planea la dirección de Limasa se llevaría a cabo entre los meses de enero a mayo y de octubre a diciembre, salvando los cuatro meses de verano en que la plantilla estaría al completo para cubrir la temporada estival.

La propuesta mandaría al paro durante un periodo de dos meses y medio a tres meses a toda la plantilla de manera rotatoria y por cupos de unos 400 trabajadores.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, reconoció ayer que la aplicación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) puede estar sobre la mesa en la reunión que hoy jueves mantendrán la dirección y el comité de empresa ante el fracaso de la negociación del convenio colectivo.

«El ERTE puede surgir como una alternativa si no hay el consenso que queremos», manifestó De la Torre, agregando, de todos modos, que en estos temas «no hay que estar en posturas rígidas».

Según el alcalde de Málaga, «lo ideal es que no sea necesario y yo estaría encantado de no tener que acudir a ello, pero es una posibilidad que tiene por delante cualquier empresa y no hay por qué descartarla».

La amenaza del ERTE u otra medida similar ya es temida por el comité de empresa y se hizo más patente cuando tras la reunión de la mesa negociadora del martes, sin acuerdo, la empresa convocó a todo el comité con carácter de urgencia para hoy jueves. El comité no perdió el tiempo y ya ha convocado a una asamblea para el lunes 4 de noviembre que sirva de respuesta a lo que plantea la dirección de Limasa, una respuesta que no excluye la convocatoria de huelga si las exigencias de la empresa contemplan despidos, ya sean temporales o definitivos.

La empresa también contempla otras medidas para lograr los recortes que necesita, entre ellas el descuelgue de determinados artículos del convenio colectivo para acogerse a los que contemple el convenio marco del sector, que fija estipulaciones salariales más bajas, pero esta medida necesita contar con el permiso de la autoridad laboral o, en última instancia, acudir al Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales (Sercla).