«¿Quién va a limpiar?» preguntó ayer el presidente del comité de empresa Manuel Belmonte tras conocer el anuncio del ERTE. Belmonte señaló que si ahora mismo «los cuartelillos están con un 40% menos de operarios y hay problemas de falta de limpieza, ¿qué pasaría cuando apliquen un ERTE y haya 300 ó 400 operarios menos en la calle, ¿Quién va a limpiar?» repitió.

El presidente del comité explicó que tras conocer el anunció del ERTE «hemos visitado los cuartelillos y el ambiente es que no vamos a permitir; nos sentimos vapuleados y no permitiremos que los recortes recaigan en los trabajadores y no en los socios privado».

Belmonte fue contundente al asegurar que «no vamos a aceptar este chantaje ni vamos a bajarnos los pantalones y por eso la respuesta en la asamblea del lunes será la de decidir «medidas contundentes» encaminadas a que la empresa retire el ERTE que rechazamos frontalmente».

Belmonte explicó que desde 2011 los trabajadores de Limasa han perdido más de 10 puntos en sus salarios, entre ellos más de 600 euros de la paga de productividad, unos 500 euros del 1,5 puntos que teníamos pactado en convenio y nos quitaron o los 2.100 euros por los 15 días festivos que ya no podemos trabajar, lo que supone más de 3.200 euros en los dos últimos años». Por ello, añadió Belmonte, «no vamos a permitir ni un recorte más. Nos trata como apestados, aperece que es un delito trabajar en Limasa».

Por último el presidente del comité anunció que no van a seguir negociando el convenio mientras «esté el ERTE encima de la mesa». Por ello indicó que no acudirán a la reunión a la que les ha convocado la dirección el próximo 6 de noviembre para continuar la negociación del convenio. «O una cosa o la otra». «Las cartas están encima de la mesa, por lo que si han elegido un ERTE, es complicado que puedan seguir las otras negociaciones».