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Análisis

El metro se enfrenta a la indecisión municipal

El cambio de criterio, tras el acuerdo del pasado 27 de septiembre, y la falta de decisión abocan al proyecto a un retraso que puede ser fatal para su viabilidad

Cómo se ha llegado a este punto del debate del metro demuestra los constantes desencuentros entre las administraciones en un proyecto que deberían gestionar con decisión y coordinación. Sin embargo, los 10 años de discusiones desde que se llegó al acuerdo supuestamente definitivo sobre el metro se van a reducir a una única palabra. La que diga el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, el lunes. De su sentido de la lealtad y del consenso depende el futuro del metro. Si opta por sembrar dudas y cambiar de criterio, otra vez, los 600 millones de euros invertidos ya en el metro corren peligro de convertirse en un monumento a la incompetencia.

Acuerdo global | El metro al Hospital Civil, algo más que un trazado

La insistencia por cerrar el trazado al Hospital Civil va más allá de la simple elección de unas calles. El pasado 27 de septiembre, tras todo un verano de reuniones secretas, la concesionaria Metro Málaga, la Consejería de Fomento y el Ayuntamiento llegaron a un acuerdo. Era un acuerdo global, en el que se aceptaba todo, no sólo una parte. La solución implicaba la renuncia de Fomento al metro en superficie por la Alameda, aceptando que llegara soterrado hasta la esquina con la calle Torregorda. A cambio, se planteaba llegar en superficie hasta el Hospital Civil y ganar así los pasajeros que perdía por no alcanzar La Malagueta. La concesionaria fue la clave del acuerdo, reuniendo a las administraciones y planteando las alternativas para salvar el proyecto del metro. De fondo estaba la amenaza del Banco Europeo de Inversiones (BEI) de bloquear la financiación pendiente -46 millones de euros- hasta que no se acabaran las discusiones y ofrecieran un calendario creíble de plazos para terminar la obra, sin más cambios.

Peligro electoral | La indecisión del alcalde puede condenar el proyecto del metro

El acuerdo alcanzado el 27 de septiembre incluía el proyecto del metro en superficie al Hospital Civil y así fue aceptado por el Ayuntamiento, que estuvo en el estudio de los 9 trazados posibles y la elección de los dos más viables. Le queda decidir cuál elige de esos dos, aunque todo el mundo sabe que será el recorrido por Eugenio Grosso. Es el último paso, el cierre que desbloqueará, al menos por ahora, el proyecto. El último cambio de criterio municipal ha puesto en riesgo la viabilidad del metro, que depende de ese acuerdo global que el alcalde de Málaga quiere romper. Detrás hay una mezcla de razones, aunque el horizonte electoral a mediados de 2015, con las obras en marcha, supone un freno para De la Torre, que teme que la obra de la Consejería de Fomento le pase una factura política. Usa la misma táctica de dilación de las obras del metro que ya utilizó ante las elecciones de 2007 y 2011.

Surrealismo | La propuesta del autobús y la coartada de los vecinos

Para intentar frenar el proyecto del metro, independientemente de las consecuencias que tendría para su viabilidad, De la Torre se descolgó ayer con una peculiar propuesta: cambiar el metro por un autobús hasta el Hospital Civil. Su planteamiento era mantener una plataforma reservada similar a la del tranvía, pero en vez de un metro que la usase un autobús. La afección sería la misma, con la única diferencia de que no tendría catenarias y sería menos efectivo. La excusa fue la oposición de los vecinos de la zona al tranvía, argumentando que lo había leído en los periódicos.

Incertidumbre | Sin dinero ni decisión municipal

La incertidumbre es el peor enemigo de un proyecto y el metro lleva muchos años sumido en ella. La mala gestión socialista en la Consejería de Fomento, los obstáculos del Ayuntamiento y el cambio de proyecto unilateral que hizo IU nada más llegar a la consejería han puesto en cuestión este proyecto. La presión del BEI, que pone el dinero y exige seriedad, y de los concesionarios, que no quieren más retrasos, ha servido de acicate para buscar un acuerdo. La ruptura de este consenso logrado el 27 de septiembre nos devuelve a la incertidumbre de nuevo, con el agravante de que puede que no haya vuelta atrás.

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