Jornada CEDE 2013

Fainé constata que ya hay signos de recuperación "incipiente" en España

El foro CEDE, al que asistieron 1.500 ejecutivos, diagnostica una nueva etapa de crecimiento aunque hay modelos de negocio que han desaparecido - Algunos expertos vaticinan que la recuperación será rápida en Málaga y Marbella, junto a Madrid y Barcelona

La tan ansiada recuperación económica ya se atisba aunque para que ésta cristalice a lo largo de 2014 y genere empleo es absolutamente necesario, por un lado, que España continúe por el camino de las reformas y, por otro, que las empresas españolas mejoren su competividad a través de la calidad, la internacionalización, la innovación y la concentración del talento ante la pujanza de los mercados emergentes y de China. Éste es el diagnóstico que se transmitió en la Jornada de Directivos 2013 celebrada ayer en el Palacio de Ferias de Málaga y que concentró a más de 1.500 ejecutivos.

«Ha llegado el momento de que los directivos afronten una nueva etapa de crecimiento», proclamó el presidente de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE) y del grupo La Caixa, Isidro Fainé, que durante el acto de clausura, por la tarde, afirmó que la economía española «comienza a dar señales claras de estabilidad y de recuperación incipiente».

Fainé invitó a un «optimismo responsable» ante un futuro que se vislumbra más positivo tras un 2013 lleno de «esfuerzos y sacrificios». Eso sí, el presidente de CEDE dijo que estos «primeros indicios» de la recuperación no implican que volvamos a un entorno económico similar al de antes de la crisis. Entre otras cosas, porque hay modelos de negocio que «han desaparecido para siempre».

Fainé aseveró que el «apetito inversor» por España ha crecido aunque reconoció que quedan «retos pendientes», el más importante volver a generar empleo. «La dinámica del mercado laboral parece encontrarse en un cambio de tendencia esperanzado. No obstante, para conseguir una solución viable y duradera es preciso que todas las fuerzas sociales vayan en la misma dirección», dijo.

También pidió a administraciones y empresas no bajar la guardia. «Nos equivocaríamos si prescindiéramos de los cambios y nos limitáramos a gestionar nuestra posición actual en los mercados. Lo peor que nos puede pasar es que nuestras empresas e instituciones pasen a estar básicamente administradas en lugar de dirigidas o, mejor aún, lideradas», afirmó.

La visión de mejora fue corroborada en las diferentes mesas de debate de CEDE 2013. En una de ellas se explicó que la intensidad y velocidad de la recuperación en España dependerá en gran medida de que los mercados perciban condiciones adecuadas para invertir. Thomas L. Jones, de Alvarez&Marsal, apuntó que el capital retornará cuando «la rentabilidad compense el riesgo de los activos» y opinó que «aún no ha llegado el momento» por problemas «insalvables» como el desempleo juvenil y el alto número de créditos impagados. Más optimista se mostró el presidente de Orton Development, Eddie Orton, que sostuvo que España está «en lo bajo del ciclo» por lo que la recuperación será «muy rápida», poniendo como ejemplo Barcelona, Madrid, Marbella y Málaga. Sobre el sector inmobiliario, recomendó a las empresas «inventariar lo mejor que tienen y pensar quién puede estar interesado». De cualquier modo, todos coinciden en que España «sobrevivirá a la tormenta».

En general, la visión de los empresarios y analistas es de moderado optimismo pese al entorno «incierto y cambiante», según comentó el consejero delegado de KPMG España, Hilario Albarracín. A su juicio, la fase de recesión «técnicamente» ha terminado, lo que se traduce en una mayor confianza hacia el mercado español y en «una vuelta del interés inversor».

«España ya no es vista como un problema sino como una oportunidad», confirmó.

La presidenta de Siemens en España, Rosa García, por su parte, lamentó la imagen estereotipada que existe de España -que somos «ociosos, pobres y corruptos»-, aunque matizó que los «inversores inteligentes», saben cuál es la realidad. García aconsejó a las empresas que creen «valores diferenciadores frente a la competencia» y conviertan a los clientes en «fans». También fue tajante en cuanto a la necesidad de ganar dimensión. «Las empresas de menos de 250 trabajadores están en riesgo», afirmó la responsable de Siemens, que demandó «estrategias de crecimiento» para ellas.

El presidente ejecutivo de ManpowerGroup, Raúl Grijalba, apostó por la «internacionalización» y por aplicar «cambios en los modelos de negocio», en un momento en el que su grupo detecta que las empresas están revisando sus estructuras «para prepararse para la próxima etapa de crecimiento». En su opinión, el directivo de hoy debe ser «un maestro de la estrategia, estimular el talento, generar relaciones colaborativas y ser un agente del cambio».

Fue una jornada repleta de intervenciones de tronío. El presidente de Telefónica, César Alierta, no dudó en afirmar que los directivos españoles son «los mejores del mundo» y que representan «el mejor activo y la mejor fortaleza de este país». Alierta analizó la revolución digital y comparó los cambios que ha producido el sector TIC con los que en su día propiciaron la Revolución Francesa o la Revolución Industrial.

Según los datos de Telefónica, en la actualidad hay 2.700 millones de usuarios online en todo el mundo, 6.800 millones de terminales móviles y un 50% de población que ya tiene acceso a las 3G. El 70% de los usuarios dice que lo primero que hace al levantarse es mirar el móvil. A cada segundo se envían 100.000 tuits, se descargan 47.000 apps o se hacen 2 millones de búsquedas en Google.

Alierta dijo que el sector TIC es la clave del futuro, ya que, pese a que sólo representa el 5% del PIB mundial, generará 1,5 millones de empleo en Europa en los próximos años y aumentará su influencia hasta tal punto que la educación y la sanidad del futuro responderán a un modelo «digitalizado» que, en el caso sanitario, lo hará «más sostenible». En este sentido, reclamó a las administraciones públicas que no vayan «detrás de la ola como hasta ahora sino delante en la innovación».

A la inauguración asistió el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, que defendió al sector agroalimentario como «uno de los pilares que contribuyen a la recuperación económica». No obstante, comentó que hay que solucionar «debilidades» como la escasa concentración empresarial y la falta de tamaño de las cooperativas. A juicio de Arias Cañete, hay que «sembrar confianza y sentar las bases de una economía más competitiva y dinámica».

El presidente de la Asociación de Directivos de Andalucía, Ceuta y Melilla (ADACEM), Rufino Parra, recordó que el «el mercado demanda nuevas modalidades de negocio y requiere organizaciones menos jerarquizadas».

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