Málaga se va a ver beneficiada de la tendencia de los grandes museos por abrir delegaciones en otras ciudades para aprovechar sus importantes fondos pictóricos. El Centro Pompidou ya inició su primer movimiento hace unos años, con la apertura de un centro expositivo y de actividades culturales en Metz, una pequeña ciudad francesa de apenas 125.000 habitantes, pero situada muy cerca de las fronteras con Alemania y el Benelux. Estas instalaciones son el espejo donde se puede mirar Málaga, ya que su experiencia es perfectamente extrapolable a la ciudad por dimensiones y concepto.

El proyecto de Metz nace de la dirección de Alain Seban, presidente del Centro Nacional de Arte y Cultura George Pompidou de París, que busca la forma de rentabilizar los fondos pictóricos con los que cuenta el museo.

A diferencia de lo que ocurrirá en Málaga, en Metz opta por la construcción de un edificio de nueva planta que apuesta por un diseño arquitectónico rompedor y muy contemporáneo. Firmado por los arquitectos Shigeru Ban y Jean de Gastines, este edificio cuenta con 5.000 metros cuadrados divididos en tres plantas sobre la baja.

Aunque criticado inicialmente por lo atrevido de su diseño, el edificio se ha convertido en todo un símbolo de Metz y en una muestra más del carácter contemporáneo del Centro Pompidou, como demuestra el propio diseño industrial de la sede parisina, inaugurada en 1977 tras un proyecto de los arquitectos Renzo Piano y Richard Rogers.

En sus 5.000 metros cuadrados realiza una amplia actividad cultural, simultaneando varias exposiciones y planteando un amplio abanico de actividades como conferencias, proyecciones de películas y documentales, y organizando perfomances.

Esta actividad y el aval del sello «Centro Pompidou» le han granjeado una gran popularidad, registrando más de 475.000 visitantes durante el año pasado, con entradas individuales a doce euros. De estos, destaca una gran mayoría de turistas entre sus visitantes, aprovechando las buenas conexiones de esta ciudad con los países del entorno.

Con la apuesta por Málaga, el Centro Pompidou de París da un paso más en el proyecto de internacionalización, al abrir su primera sede fuera de Francia y con la idea de seguir ampliando a otros países, en especial emergentes, en los próximos años.

Templo del arte moderno

El Centro Nacional de Arte y Cultura George Pompidou es un monstruo del arte moderno y contemporáneo. Cuenta con más de 80.000 piezas en su colección, incluyendo autores como Dubuffet, Picasso, Dalí, Kandinsky, Matisse, Chagall, Léger o Miró, entre otros. La calidad de sus fondos y la selección de sus exposiciones lo sitúan al nivel del MOMA de Nueva York, la otra gran referencia museística mundial junto a la Tate de Londres.

El peculiar diseño del Centro Pompidou de París le hace especialmente reconocible y toda una declaración de principios de su vocación. Denominado como «La fábrica de gas» o «La refinería» por su diseño industrial está instalado en el barrio parisino de Le Marais, en un edificio que rompió con la línea arquitectónica del centro de París.

Las llamativas tuberías de colores y estructuras metálicas que revisten el edificio desataron una fuerte polémica en su momento, pero actualmente se ha convertido en la institución más frecuentada de Francia, después del Museo del Louvre y la Torre Eiffel, con más de 150 millones de visitantes desde su apertura y unos cinco millones de visitantes anuales.