Llegaron a existir cuatro Bibliotecas de Parques y Jardines, de libre acceso, repartidas por distintos puntos de nuestra ciudad; las dos primeras, situadas al inicio del Parque, las inauguró el alcalde Enrique Cano Ortega, junto a una comisión de concejales, profesores y alumnos: una de «caballeros» el 12 de octubre de 1926 -en el andén derecho-; la segunda el 30 de enero de 1927, siendo bendecida por el obispo, denominándose esta de «señoras», puesto que había sido creada precisamente para ellas; en donde, entre los dos estantes de obra decorados con azulejos sevillanos, se instaló un busto, en cerámica, de la reina Victoria Eugenia.

Según palabras del archivero Francisco Bejarano -quien era el responsable de su mantenimiento y de la renovación de sus fondos-, las malagueñas podían leer libros y ojear «revistas de modas, dos diarios extranjeros y los populares semanarios Blanco y Negro y La Esfera.

Las dos Bibliotecas fueron realizadas por el arquitecto Fernando Guerrero Strachan, aunque cada una de ellas tenía un diseño diferentes, según se aprecia en las fotos que se adjuntan. La de señoras permaneció, aunque en muy mal estado, hasta que en el año 1997 se restauró -como elemento decorativo-, pero cambiando ligeramente su emplazamiento; en el lugar dónde siempre había estado se situó un quiosco de bebidas, y la Biblioteca se instaló en ese mismo enclave, pero en el lateral, frente al hotel Málaga Palacio, aunque actualmente falta la cerámica que representaba la imagen de la reina Victoria Eugenia. Tiene el siguiente cartel: «Reconstruida con motivo del primer Centenario del Parque de Málaga, por gentileza de Sando S. A., 1997». La de caballeros desapareció hace bastantes años.

Años treinta

Después, se inauguraron las dos restantes bibliotecas: una, en los jardines de la Plaza de Alfonso XII, junto al Hospital Militar, muy cerca de la iglesia de la Victoria. En una entrevista que se publicó en el Ideal de Granada, el 1 de julio de 1953, Bejarano decía de ésta: «...la inauguró el señor Pogonoski, allá por los confines de año 30». Alfonso Pogonoski Martín fue catedrático del Instituto de Gaona y, en el periodo de la Dictadura de Primo de Rivera, concejal delegado de Cultura.

Y en 1939 se estableció la cuarta -a instancias del entonces delegado de Cultura, Juan Temboury- en los jardines de Puerta Oscura, realizada por Fernando Guerrero-Strachan Rosado, autor también de los mencionados jardines. Ésta tenía dos pupitres de piedra cuyos restos aún permanecen. Temboury, en un informe que realizó en mayo de 1939, dirigido al alcalde, decía refiriéndose a dicha Biblioteca: «Esta última, de reciente creación, está destinada, exclusivamente, a obras poéticas españolas, portuguesas e hispanoamericanas».

Estas Bibliotecas fueron muy populares, quizá porque en ellas se ofrecía un repertorio de puro entretenimiento, y esto propiciaba una abundante concurrencia de lectores de distinto géneros. Además, sus fondos se renovaban periódicamente. Sin embargo, debemos mencionar que, también existía el problema de la seguridad, ya que muchos libros eran sustraídos y otros pintorreados. Estos hechos propiciaron su cierre, por parte de las autoridades, en algunas ocasiones.

Años cuarenta

Concretamente, el guarda de los jardines de Puerta Oscura, el 17 de junio de 1940 denunciaba que habían roto la puerta llevándose 29 libros. Y en la sesión de 10 de diciembre de 1943, se presentó un oficio del gestor de Cultura, comunicando que en la revisión realizada a dichas Bibliotecas, se había observado la desaparición de la casi totalidad de los volúmenes que la integraban, y comprobando la dificultad de impedir tales hechos, acordó la Permanente proceder a la supresión de estas Bibliotecas.

En 1946 hubo un intento de abrirlas de nuevo, pero el delegado de Cultura, en un escrito del 2 de enero de dicho año, estimaba que no debían ser restablecidas, en tanto no se designase un guarda para cada una de ellas.

Sin embargo, un año después, comprobamos cómo en la sesión de Cabildo del 11 de julio de 1947 se presentó una moción del delegado de Cultura, sobre apertura de la Biblioteca municipal -que se encontraba situada dentro del Archivo-, y la reorganización de las de libre acceso de Parques y Jardines, proponiéndose, además, reducir a dos las cuatro Bibliotecas que existían, haciendo así más fácil su vigilancia, dirección y organización.

Así pues, las situadas en los jardines del Parque fueron abiertas el 11 y 12 de noviembre de 1947; y la de los jardines de la Plaza de Alfonso XII, el 13 de abril de 1948, estableciéndose una rotación de sus fondos, y renovándose éstos totalmente en cada una de ellas, dos veces en 1948 y otras dos en 1949. Pero, el último día de diciembre de 1949 se volvieron a clausurar, por la reducción habida en los peones, entre los cuales se nombraba uno para cada una de las Bibliotecas, por considerar demasiado el gasto de sendos vigilantes especiales para las mismas. Durante el tiempo que permanecieron abiertas, hubo un total de 130.297 lectores.

Años cincuenta

Por moción de la Delegación de Cultura, de fecha 13 de febrero de 1953, aprobada el día 20 de dicho mes, se acordó la reapertura de las cuatro Bibliotecas de libre acceso de Parques y Jardines, con los fondos existentes de la Biblioteca municipal, aprovechando para su reapertura la inauguración de la Feria del Libro en aquel mes de abril.

Pero el problema continuaba; en la situada en los jardines de Puerta Oscura, desde abril de 1953 hasta el mes de diciembre, fueron sustraídos 65 volúmenes. Al parecer, el hecho fue advertido por el guarda del Parque, quien denunció a la señora autora del robo. El valor del hurto ascendía a 780 pesetas, y el caso se llevó a juicio por parte del Ayuntamiento. La totalidad de los libros sustraídos en aquel año de 1953 ascendió a 134 volúmenes.

Pese a todo, las Bibliotecas fueron abiertas de nuevo; y en la Memoria del año 1955, especificaba el archivero que éstas continuaban atendiéndose por parte del Archivo. En el año 1957 vemos un anuncio en La Tarde, el 5 de julio, que decía: Renovación de la Biblioteca de Puerta Oscura; y a continuación venía la relación de todos los libros adquiridos. Esto venía haciéndose desde el año 1947, cada vez que se renovaban los libros de las cuatro Bibliotecas, se mandaba una reseña a la prensa, como una forma de darles publicidad.

Pero en dicho año la problemática de estas Bibliotecas continuaba sin cesar; y la Delegación de Cultura dispuso que se clausuraran las situadas en el Parque, cuya orden se cumplió el 22 de junio y 2 de julio de 1957 respectivamente. Por las mismas causas, en enero de 1958, se cerró la instalada en los jardines de Puerta Oscura.

En 1958 sólo continuaba abierta la Biblioteca instalada en la Plaza de Alfonso XII, dentro del jardín junto a la iglesia de la Victoria. Pese a ser la Biblioteca de público más reducido, y la de más fácil vigilancia, al hacer el recuento de libros, al final del año, encontraron la falta de 45 obras.

Clausura de las Bibliotecas

Pese a los arreglos que se hicieron en estas tres Bibliotecas a principios del año 1961; en otro documento fechado el 27 de febrero de 1962, el archivero hacía constar que, desde noviembre de 1961, había solicitado con urgencia el arreglo de algunos desperfectos de la Biblioteca de caballeros. Creemos que dicho arreglo no se realizó, pues nos consta que no volvieron a abrirse al público, y que esta vez fueron clausuradas de forma definitiva, ya que -después de consultar todas las Memorias del Archivo desde los años 1962 a 1973-, vemos que en éstas no se hace mención alguna a dichas Bibliotecas.