­Para aquellos que conviven con la enfermedad o ya tienen una edad en la que los achaques se hacen demasiado cuesta arriba también se organiza una jornada especial de cara a estas fechas. Son muchos los centros en los que conviven personas que cuentan con dolencias, tanto físicas como mentales, bien porque no tienen familia o porque ésta misma ha optado por que vivan allí.

El centro asistencial de salud San Juan de Dios es uno de ellos. Proyectar películas navideñas, visitar belenes o elaborar dulces típicos de la época son algunas de las actividades que conforman el calendario de estas fechas.

Para las noches más especiales como son Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes el centro prepara cenas algo atípicas para que disfruten un poco más de estos días. Una cena que celebran de manera conjunta los pacientes de los módulos, según detalló el director de Enfermería de San Juan de Dios, Joaquín Meléndez, que cuenta con casi la totalidad de los pacientes que conforman geriatría (107 personas), salud mental (90 personas) y discapacidad intelectual (107 personas), ya que algunos pasan las fiestas con sus familiares.

La casa de acogida Colichet de Cáritas también celebra estos días la Navidad. Un centro en el que viven una docena de personas que padecen sida en fase muy avanzadas y que tendrán su respectiva cena. Algunos estarán acompañados por sus familiares.

La casa, también de Cáritas, del Buen Samaritano celebra la Nochebuena y la fiesta que da paso al Año Nuevo. Hasta 130 personas componen este centro, de las cuales, un centenar son residentes. El resto solo acuden en régimen de centro de día.

Personas mayores y en gran parte muy dependientes que pasarán estos días en la gran familia que ellos mismos componen y que disfrutarán de veladas donde los villancicos, la cena especial y la misa del gallo no faltará.

«A pesar de las ausencias que recuerdan estas fechas intentamos que sean unos días alegres para ellos», recordó el coordinador de los centros socio sanitarios de Cáritas, Patricio Fuentes.

La casa del Sagrado Corazón, conocida por todos como el Cottolengo, es otro de los «hogares» que se suma a la celebración de estos días. Una casa con casi 50 años de historia en la que ahora viven 24 personas.

Voluntarios y trabajadores que ahora llevan la tutela de este centro, que dirige una fundación perteneciente a Cáritas, afrontan las navidades bajo el lema «mismo espíritu, misma labor, una nueva Navidad».