Según lo suscrito en el acuerdo alcanzado por el comité de Limasa, la empresa y el Ayuntamiento de Málaga, se elimina la paga de productividad -hubiera alcanzado los 1.119 euros-, pero en 2015 se trata de compensar con un incremento de 277 euros en la de septiembre, superando así los 1.200 euros.

En el resto de conceptos hay congelación salarial, excepto en el plus de antigüedad, que se seguirá actualizando. Se quita la ayuda de diciembre, la cesta de Navidad y el complemento en caso de baja por enfermedad durante los primeros 15 días a partir de la tercera en el año y se reduce el vestuario.

Las vacaciones se distribuyen en 15 días de mayo a octubre y 21 -se suman seis de descanso-, de noviembre a abril, y se mantiene la jornada semanal de 35 horas, trabajando de lunes a viernes, pero con un sábado cada cuatro. Una distribución que permitirá, a juicio de De la Torre, "dar un mejor servicio".

De igual modo, se acuerda crear una comisión consultiva entre los trabajadores, el Ayuntamiento y la dirección de Limasa para determinar los criterios de aplicación relativos a la modificación del articulado del convenio colectivo.

Ahorro de 5,8 millones La propuesta aprobada implica un ahorro mayor en comparación con la planteada en la noche del pasado jueves, justo antes del inicio de la huelga. No obstante, no se alcanza la reducción de seis millones de euros, sino que en 2014 será de unos 5,8 millones y en 2015, de en torno a 5,3 millones.

El primer edil malagueño restó importancia a que no se consigan esos seis millones de euros de ahorro, ya que contar con un convenio colectivo para los dos próximos años "tiene su valor" --la última propuesta era hasta 2014--. "Da una estabilidad mayor", tanto para los trabajadores como para la empresa y los ciudadanos, en tanto que "se eliminan los conflictos y se crea un espacio de normalidad".

De la Torre valoró, en definitiva, que "esta huelga innecesaria haya terminado en un tiempo aceptable", y animó a los empleados de Limasa a desarrollar su trabajo "de la mejor forma posible".

Preguntado por los socios privados, que tienen el 51 por ciento del accionariado de Limasa, el alcalde precisó que, aunque "con reticencia", renunciarían en 2013 y 2014 a la mitad de su uno por ciento de beneficios, cuantificado en un montante total de 600.000 euros por año.

De todos modos, aseguró que su intención es tratar de llegar al "mejor acuerdo posible para la ciudad". "No cejaré en mi empeño de llegar a más y en esa línea seguiré defendiendo los intereses de los ciudadanos", aseveró.