La sangre no llegó al río ni la basura a ahogarnos. Los cuatro días de huelga de limpieza se convirtieron en una gran amenaza que no llegó a materializarse, como reconocen los empresarios de hostelerías, comerciantes del Centro y hoteleros de la ciudad, que subrayan que el nivel de consumo no se vio resentido por la acumulación de basura y que el acuerdo llegó en el momento justo para que la huelga no se convirtiera en un problema grave.

El vicepresidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), Francisco Moro, destacó que «no se produjeron anulaciones en las reservas no hemos apreciado comentarios negativos de los clientes», pese a la mala publicidad generada a nivel nacional por la noticia de la huelga de Limasa. De hecho, insistió en que este conflicto «no ha dejado daños que sean reseñables».

En este sentido se manifestó el presidente de la gestora de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Málaga (Aehma), José Luis Ramos, quien indicó que el impacto de la huelga en los negocios «no ha sido mucho porque se ha reaccionado a tiempo». En este sentido, Ramos reconoció que la gran preocupación entre los empresarios de bares y restaurantes de la ciudad era de que se alargase el conflicto: «Al ritmo de íbamos, en dos semanas hubiéramos tenido lo más grande, pero no ha sido así».

El responsable de Aehma destacó que han existido algunos problemas puntuales, sobre todo con locales «que tenían las terrazas delante de sitios donde se acumulaba la basura, como en Molina Lario, pero en general la repercusión ha sido mínima».

José Luis Ramos se lamentó, no obstante, de la mala imagen transmitida en los medios nacionales sobre la ciudad, al hacerse eco de la huelga de limpieza en Málaga y sus efectos.

Problemas puntuales

Los comerciantes del Centro, que junto a los hosteleros llegaron a contratar una empresa para recoger la basura y que no llegó a actuar gracias al acuerdo, reconocieron que la imagen ha sido mala «sólo en algunos puntos donde había poca capacidad para depositar la basura porque no había contenedores soterrados y la basura se quedaba en la superficie», aseguró Juan Pablo Maqueda, presidente de la asociación de comerciantes.

Esos problemas, al menos, no han tenido impacto en las ventas, como reconoció Maqueda, destacando el buen comportamiento en el entorno del mercado de Atarazanas, un punto sensible para la limpieza.