El final de la huelga de Limasa se ha producido por un acuerdo entre el comité de empresa y el Ayuntamiento de Málaga que asegura la paz social hasta el 31 de diciembre de 2015, aplicando la mayor parte de los recortes pretendidos en los gastos y que ascendían a 6 millones de euros para equilibrar las cuentas de la empresa de limpieza. Este acuerdo tiene un elemento clave y ha sido la intervención municipal, que asumirá una parte de ese recorte a costa de las arcas públicas para asegurar el final de la huelga y la paz social durante dos años.

La reducción de las pretensiones de la empresa en los recortes a los trabajadores de Limasa se compensará con una aportación municipal que se cifra en 900.000 euros en los dos próximos años. Esta medida ha sido fundamental para lograr el acuerdo. Los trabajadores aceptan la congelación salarial y el final de la paga de productividad, aunque han logrado mantener la jornada laboral de 35 horas que sigue haciendo necesaria la contratación de unos 230 eventuales a lo largo del año. Además, recuperan en 2015 una parte de su poder adquisitivo con el incremento de 280 euros en la paga de septiembre.

Estas cesiones tienen su traducción económica, de 200.000 euros en 2014 y 700.000 euros en 2015 que serán aportados por el Ayuntamiento de Málaga, que reduce así la presión sobre la plantilla y logra equilibrar el presupuesto de Limasa.

Queda por resolver hasta qué punto los socios privados están dispuestos a realizar un sacrificio. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, sigue insistiendo en que está en conversaciones con los socios principales (FCC y Urbaser) para que acepten una renuncia a sus beneficios anuales en 2013 y 2014. Por ahora, De la Torre asegura que se ha logrado acordar que se renuncie a la mitad (unos 325.000 euros de los 650.000 euros previstos), aunque sigue negociando incrementar esta renuncia.

Hay que recordar que, desde 2005, el Ayuntamiento se hizo con la gestión de Limasa pese a tener sólo el 49% de la propiedad. A cambio, aseguró unos beneficios anuales a los socios privados del 2% del volumen de negocio.

Normalidad

El refrendo de los trabajadores del acuerdo que permitió desconvocar la huelga de limpieza, en una asamblea celebrada al mediodía del 24 de diciembre, permitió plantear la recogida de las más de 1.500 toneladas de basura que estaban acumuladas en las calles de la ciudad. No obstante, el concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, reconoció que no se recuperará la normalidad hasta el próximo sábado.

La coincidencia de días festivos con el final de la huelga ha retrasado los trabajos de retirada de basura. El día 24 por la noche, ya con el acuerdo ratificado, Limasa puso en la calle el dispositivo previsto, pero la cantidad de basura acumulada y la generada ese mismo día provocó que no diera tiempo a una limpieza a fondo. A lo largo de la jornada de ayer, debido a los descansos por ser festivo, la limpieza se hizo con menos personal, por lo que hubo zonas que no se atendieron hasta la noche pasada, cuando salió el dispositivo habitual.

La acumulación de basura en los puntos donde se sitúan los contenedores, el barrido de la calle y su baldeo tardará unos tres días en recuperar la normalidad, de forma que para el sábado se haya terminado este esfuerzo extra.

El Ayuntamiento de Málaga explicó que en estas labores trabajará toda la plantilla -tanto operarios con contrato fijo como eventuales- sin horas extras para retirar la basura generada por la huelga, a la que se le irá sumando la depositada de forma habitual durante estos días, que suele ser un 15% más que en jornadas normales del año.