Sex Shop Hamburgo, Club de los Conejitos o Cabinas privadas. No es el famoso barrio alemán de St. Pauli. Son los rótulos que todavía rezan en la calle Tomás Heredia y recuerdan una parte del pasado del hoy llamado Soho. La zona comprendida entre el Sur de la Alameda y el Muelle de Heredia lucha por borrar ese aspecto de su historia. Prostitución y degradación urbanística otorgaron una fama negativa al barrio, que hizo que muchos malagueños evitaran sus calles.

Una situación insostenible para vecinos y comerciantes que veían como sus negocios se hundían.

El Ayuntamiento se hizo eco de sus quejas y de sus ideas y diseñó un proyecto para resaltar el barrio. Para ello contó con 1,5 millones de euros provenientes de fondos Poctefex (Programa Operativo de Cooperación Transfronteriza España). El pasado 8 de enero se iniciaron las obras para peatonalizar la calle Tomás Heredia, clave para conseguir la conexión con el centro de Málaga. La metamorfosis del barrio tuvo su punto álgido cuando Shepard Fairy, mejor conocido como Obey, finalizó su gigantesco mural en un edificio céntrico de la zona. La únicas obras pendiente ahora mismo son la finalización del eje transversal que une el Puerto con el CAC y la plaza Alfonso Canales.

La realidad del barrio ha cambiado. El tráfico y los coches aparcados en doble fila han desaparecido. Sus calles han mejorado estéticamente y ahora invitan a pasear por ellas. Aún así, hay poco movimiento de personas en plena época navideña. El reto que se les presenta ahora a los comerciantes es el siguiente: motivar a la gente para que se deje caer por el nuevo Soho. Así también lo ve Francisco Marín, que regenta una tienda de pádel en la calle Tomás Heredia: «Con la peatonalización se ha ganado mucho. A nivel comercial se me han abierto posibilidades que antes no tenía. Ahora solo falta atraer más negocios al barrio para que le den más vida. Más comercios también aumentan el público en potencia y pienso que todos nos beneficiaríamos de ello».

Muchos locales siguen vacíos y le otorgan un aspecto tétrico al barrio. A las dificultades del momento, se suman unos precios de alquiler que se han elevado un 25% desde la reestructuración del barrio. Dice Gema del Corral, concejala del Distrito Centro, «que no está en sus manos influir en el precio del alquiler. El Soho será lo que sus comerciantes y los malagueños quieran que sea. El Ayuntamiento ha puesto las bases, pero ahora tiene que ser la iniciativa privada la que tome el mando».

Para ello se ha creado la Asociación de Empresarios Soho Málaga Barrio de las Artes. Los diferentes comerciantes tienen claro que tienen que potenciar las actividades culturales del barrio. Buscan el valor añadido en la cultura, como lo confirma su presidente, Francisco Carasquillo: «Nosotros ni podemos, ni pretendemos competir con calle Larios. Buscamos diferenciarnos a través de actividades culturales que hagan que la gente venga al Soho. Así lo hicimos con el mercado navideño del pasado 22, que fue un éxito rotundo. Se repetirá el día 5 de enero».

Hay tiendas que ya han encontrado la clave del éxito en la especialización. Es el caso de Comic Store. Su gerente, Miguel Ángel Díaz resalta las cualidades de la ubicación: «El Soho me permite estar cerca de una zona privilegiada como es el Centro de Málaga, sin estar en calle Larios. Ningún comercio pequeño se puede permitir eso ahora mismo. Por el tipo de negocio que tengo, no dependo mucho de la clientela de paso. Pero el día es largo y al final sí que se acerca más de un curioso».

Es pronto para hacer un balance. El paso del tiempo dirá en qué quedará el Soho. Sus comerciantes intentan mejorarlo día a día.