Da la sensación de que el interés del jeque en Arraijanal empieza a parecer titubeante. ¿Continuará el Ayuntamiento con el proyecto?

Nosotros en Arraijanal hemos hecho nuestros deberes. Y, además, con un esfuerzo económico que se acerca a los sesenta millones de euros. Confiemos en que lo que se haga en relación a la ciudad deportiva esté a la altura de ese esfuerzo. Lo único que he oído decir es que ellos están reflexionando si instalan allí el complejo o en un lugar diferente. De cualquier forma, el trabajo que hemos hecho en Arraijanal servirá para lo que estaba previsto desde el primer momento: poner los terrenos a disposición de la Junta para que invierta en el parque metropolitano. Cuando puedan, somos conscientes de la situación económica. Lo que sí le pedimos, y más después de que en 2009 se provocara un retraso de dos años, es que, al menos, vayan estudiando el proyecto y analizando cuándo y cómo hacerlo.

El Gobierno insiste en que España ya emboca el sendero de la recuperación. ¿Usted también cree en brotes verdes? ¿Cómo evolucionará la economía de la provincia el próximo año?

Málaga soporta una tasa de paro muy grande. Y, pese al componente de la economía sumergida, nos costará mucho esfuerzo dejar atrás la crisis. Debemos, obviamente, insistir en las líneas en las que estamos trabajando; la tecnología, la cultura o el turismo, que nos han hecho crecer por encima del resto de ciudades. Pero aún así, y con tanto desempleado procedente de la construcción, será complicado empezar a crecer si no se recupera un poco la actividad. Y por supuesto, tenemos que insistir en la vía de la exportación. Todas las empresas de la provincia que continúan con fuerza es porque son exportadoras. Hay que seguir mirando con intensidad al exterior. Máxime porque la demanda interna todavía no se ha recuperado.

¿Aumentarán los recursos de atención a los más golpeados por la crisis?

En 2014, al igual que hicimos este año, mantendremos y subiremos la inversión en política social y en fomento del empleo. El problema es que es complejo que todo eso cristalice porque la crisis ha rebajado el apoyo autonómico y estatal y nos enfrentamos a un año en el que Europa debe definir su nueva hoja de ruta para el periodo 2014 y 2020, con lo que eso implica de retraso.

¿Se ha pensado ya si concurrirá a las próximas elecciones?

Los plazos para tomar esa decisión no corresponden a este momento. Será en el verano de 2014 cuando tendré que decidir y lo haré, como siempre digo, en función de las fuerzas, la salud y la ilusión. Por supuesto, también dependerá del afecto y la confianza que perciba en los ciudadanos. Sin olvidar al partido.