El mundo cofrade de la ciudad tuvo el 1 de enero un nuevo motivo para reunirse. En esta ocasión se trata de la apertura del bar Entre Varales en el número 15 de la calle Nosquera, justo frente a la iglesia de San Julián, sede de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga y del museo. En torno a quinientas personas ligadas a hermandades y corporaciones nazarenas de la ciudad acudieron a la inauguración del segundo restaurante de Entre Varales, ya que el primero se encuentra en la calle Esquilo, número 30, en Teatinos. Entre los asistentes se pudo ver al gran bordador Joaquín Salcedo o al vestidor de la Virgen de las Penas y de María Santísima del Mayor Dolor, Juan Carlos Manjón, también uno de los fundadores de la cofradía de Salutación.

Ambos locales tienen una marcada ambientación cofrade, y, junto a Las Merchanas, son hoy la única taberna ambientada en el procesionismo existente en la capital. Miguel Ángel Navarro es el creador de este restaurante, que presenta a los clientes un carta repleta de platos de la comida tradicional malagueña. «La idea la tuve mientras sacaba a la Virgen de la O. En Málaga había una escasez de bares cofrades y montamos primero el de Teatinos», explica.

Navarro comparte negocio con otros tres socios: Tamara Corpas, y los hermanos Francisco y Pilar López. En el día de la inauguración se pudo ver a hermanos de numerosas cofradías. Muchos de ellos colaboran en la ambientación de ambos negocios aportando fotografías o enseres procesionales. El incienso nunca falta en Entre Varales, al igual que las grandes pantallas que muestran procesiones a lo largo de todos los días del año.

Navarro cuenta que no pretenden quedarse sólo en un restaurante, sino «que las puertas están abiertas a todas las cofradías: vamos a apoyarlas durante la procesión y tenemos pensado organizar un pregón anual así como tertulias cofrades y radiofónicas. No sólo queremos que esto sea un bar, sino que también buscamos que todos los cofrades tengan aquí su punto de encuentro».

Tamara Corpas, por su parte, explica que «el lugar elegido para el segundo de los bares es excepcional. La Semana Santa está en el Centro Histórico, y qué mejor lugar para reunirse que aquí, frente a San Julián. Se puede tapear, comer o cenar: se trata de comida de la cocina tradicional malagueña, de calidad y a buen precio».

«Vamos a colaborar con las cofradías y a organizar actos cofrades periódicamente. Queremos estar junto a las cofradías», precisa.