La última década ha sido la de la gran revolución en la lucha contra los accidentes de tráfico. La mejora de las infraestructuras, la instauración del carné por puntos, la incidencia de las campañas de concienciación y el avance imparable de la tecnología en los coches han provocado una caída sin precedentes en el número de fallecidos en accidentes de tráfico. En concreto, a lo largo del año pasado 25 personas perdieron la vida en las carreteras malagueñas tras un siniestro de tráfico, una más que en 2012, pese a que el de 2013 es el dato más bajo de muertos por esta causa en toda la serie histórica.

En 2001, por ejemplo, murieron 97 personas. El pico se alcanzó en 2003, con 107 fallecidos, y desde ese ejercicio la reducción ha sido paulatina hasta llegar a los 24 muertos en 2012, el guarismo más bajo jamás registrado. Ésta es una tendencia andaluza y nacional.

Las 25 personas que perdieron la vida murieron en 22 accidentes mortales en los que hubo 39 coches implicados -en 2012 hubo una cifra idéntica de accidentes con 41 automóviles implicados-. Los heridos graves el pasado año fueron 5, dos más que en 2012, mientras que la cifra de siniestrados leves cayó de 12 a 11. Las víctimas totales suben de 39 a 41.

En el 20% de los casos, el accidente consistió en una colisión de coches en marcha, en concreto choques frontolaterales; en segundo lugar, la causa fueron choques frontales (16%), siendo otras dos causas habituales el atropello de peatones (12%) y la salida de la calzada por la izquierda con colisión u otro tipo de choque.

En cuanto a los factores concurrentes en los accidentes con víctimas, la Dirección General de Tráfico concluye que el 40,91% se debió a una distracción; el 50% tras la infracción de las normas de circulación; el 18,18% por ir a una velocidad inadecuada; el 13,64% a cansancio o sueño, y en el 4,55% de los casos había drogas o alcohol de por medio. La DGT asegura que, aunque la distracción es el factor más habitual, no hay una sola causa, sino que en muchas ocasiones concluyen varias.

En cuanto a la relación de conductores víctimas de los accidentes y su relación con el tipo de coche, seis de los fenecidos llevaban un turismo, otros seis una motocicleta, tres un ciclomotor, uno una furgoneta y dos una bicicleta. El resto de fallecidos o heridos eran ocupantes de coches o peatones.

En 2013 hubo una intensidad de tráfico de 193.620 coches diarios, un 0,20% menos que en el ejercicio anterior, donde se alcanzaron los 194.008, tras experimentar un crecimiento en relación a 2012, en concreto un 0,64%. La caída más importante en cuanto a la intensidad de la circulación se produjo entre 2008 y 2009, desde los 224.522 a los 207.385.

La carretera preferida de los conductores, o la más transitada, es la A-7 en su parte Occidental, es decir, la Costa del Sol. En 2013, sin ir más lejos, 96.483 conductores pasaron con su coche por esa vía. La parte oriental de la autovía fue utilizada por 58.309 automóviles, mientras que 38.828 discurrieron por la A-45, que une la capital con Antequera, según los datos que maneja la DGT.

En 2013 hubo hasta 29 días sin un solo accidente en las carreteras españolas

A lo largo de 2013 llegó a haber un periodo de 29 días en los que no se produjo ni un solo accidente de tráfico. Un total de 1.128 personas fallecieron en vías interurbanas españolas el año pasado, lo que significa 173 víctimas mortales menos que en 2012 y un descenso del 13,3 por ciento, según el balance provisional a 24 horas avanzado ayer por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

Díaz calificó esta bajada de «dato incontestable» y destacó que se trata de la cifra de mortalidad en vías interurbanas de España «más baja de la historia desde que la DGT contabiliza estos datos». «Vamos en la buena dirección en materia de política de seguridad vial», apostilló. Además, destacó que el nivel de siniestralidad en 2013 mejora los de 1960 en España, con 1.300 fallecidos, teniendo en cuenta que en aquel año había registrados un millón de automóviles y dos millones de conductores, mientras que en 2013, había 31 millones de automóviles y 26 millones de conductores.

Igualmente, resaltó que, en 2013, el 80 por ciento de las víctimas mortales se han registrado en vías convencionales, un 16 por ciento en autovías y el 5 por ciento en autopistas. En la misma línea, señaló que este año se han producido 994 accidentes frente a los 1.177 de 2012, lo que implica una reducción del 16 por ciento. «Siguen siendo 1.128 poderosísimas razones para seguir trabajando por mejorar nuestra seguridad vial», dijo.