Más de 10.000 petardos que se encontraban almacenados en una casa particular de Málaga para ser vendidos, en algunos casos a menores, han sido intervenidos por la Policía Local en una operación en la que ha sido identificada y denunciada una mujer de 36 años por su tenencia y venta.

Después de una investigación que se prolongó durante dos semanas, la intervención se produjo en un domicilio ubicado en la zona de Palma-Palmilla, ha informado hoy la Policía Local en un comunicado.

Entre los petardos intervenidos, sólo veintinueve eran de categoría "1" o riesgo muy reducido, para los que la edad mínima de uso es de 12 años.

El resto de los petardos, 9.981, eran de las categorías "2" (riesgo reducido y para una edad mínima de 16 años) y "3" (riesgo medio y uso permitido sólo a mayores de 18 años, con su venta restringida exclusivamente a establecimientos autorizados por la Subdelegación del Gobierno.

Los agentes comprobaron que la mayoría de los clientes no superaba las edades estipuladas, y en algunos casos no llegaban a los diez años, pero se les administraba material pirotécnico de cualquier categoría.