El Sindicato de Enfermería, Satse, denunció ayer que la falta de financiación por parte del Servicio Andaluz de Salud (SAS) impide arreglar la avería que afecta a uno de los tres aceleradores lineales con los que cuenta el hospital Carlos Haya para el tratamiento mediante radiación de pacientes oncológicos, lo que ha obligado a limitar su uso al turno de mañana. Este «cierre» parcial, critican, se ha traducido en una disminución del número de tratamientos que se realizan a diario, ya que se ha pasado de una media de 50 a entre 15 y 18. La dirección del hospital niega este extremo e insiste en que el citado acelerador está prestando una «cobertura asistencial normalizada para diferentes tipos de enfermedades».

Desde el Satse insisten en que la avería prolongada de este aparato, que ha reducido su rendimiento al 40%, es consecuencia de «la asfixia económica» y el «abandono» al que el SAS viene sometiendo al hospital. Así, el sindicato informó en un comunicado de que este acelerador tiene más de 12 años de antigüedad y que los problemas en su funcionamiento comenzaron en 2012. Desde entonces, y «lejos de solucionarse», el problema no tiene viso de «resolverse por falta de financiación». Este hecho, mantienen, perjudica no sólo a los pacientes, sino también a los profesionales de la unidad de radioterapia que «han estado trabajando en 2013 para minimizar su impacto».

De no arreglarse de inmediato, añade, «se generará una lista de espera hoy inexistente», lo que retrasaría los tratamientos a pacientes. A los problemas de este acelerador, el Satse suma las averías intermitentes que sufren los otros dos aparatos de la unidad. A pleno rendimiento, recuerda, los tres aceleradores de Carlos Haya permitirían atender a 50 pacientes al día cada uno, cobertura que permitiría ofrecer un «excelente y eficiente servicio» a pacientes oncológicos de la provincia.

Desde la dirección el hospital se apunta que estos tres aparatos «prestan su rendimiento habitual y suficiente para la cobertura de la demanda asistencial».