La nueva regulación no afecta a los estudiantes que se encuentran en el extranjero dado que mantienen su inscripción como beneficiarios de sus padres, pero, a partir de ahí, todo son dudas en torno a la repercursión de este asunto. Según el portavoz de Sanidad del PP, Rubén Moreno, los residentes españoles que no tengan ninguna vinculación a la Seguridad Social -estudiantes o parados sin subsidio- y decidan salir al extranjero, tienen derecho a recibir asistencia sanitaria con cargo a España a través de su tarjeta sanitaria europea, que tienen una validez de dos años y que es renovable. Al volver, añadió, «pueden ser atendidos sin problema porque no han perdido la residencia española». Pero entonces, ¿qué pasa con el matiz de que la estancia en el extranjero no puede exceder los 90 días dentro de un año natural? Según el PP, «el objetivo de esta limitación eran aquellas personas que habían trabajado en España y luego habían regresado a su país, y con la Ley en la mano, tenían derecho a pedir que España cubriera su asistencia sin ningún tipo de límite». Esta supuesta aclaración, de la que ayer se hacía eco el diario online medicosypacientes.com, no termina de convencer al presidente del Colegio de Enfermeros de Málaga, Juan Antonio Astorga, quien tilda de «penalización» para quienes se han visto obligados a irse (más de 400 enfermeros malagueños en los últimos tres años), ya que si regresan pasados tres meses (que sería lo más normal) estarían sin cobertura. «El mundo al revés», concluye.