La imagen de la Virgen de la Paz que está en el Convento de la Trinidad estrenará una nueva saya el próximo 24 de enero, con motivo de su festividad y que ha sido realizada por el bordador malagueño Joaquín Salcedo por encargo de Miguel Ángel González.

Esta es una de las tres piezas que el taller de Joaquín Salcedo acaba de terminar y que también incluye la realización de una túnica en tisú de plata bordada en oro para Jesús Cautivo, de la hermandad de Benalmádena; y la restauración de un estandarte del siglo XVIII de la hermandad sacramental de Daimiel.

En el caso de la saya para la Virgen de la Paz, se ha realizado a partir de bordados otomanos y de una capa pluvial, fundamentalmente, sobre una tela fabricada en Valencia que es de otomán plata. El diseño incorpora un volante que decora la parte baja de la saya y que va de acuerdo con el carácter de devoción de Gloria de esta advocación.

También en estos días se entregará la restauración de un estandarte del siglo XVIII que es de la hermandad sacramental de Daimiel (Ciudad Real), conocida como «de los 33», por ser éste el número de hermanos que tiene por estatutos.

La actuación en este estandarte ha durado un año y medio y se ha centrado en recuperar las piezas que estaban en mal estado, pero sin alterar el dibujo del estandarte. «Ha sido un trabajo muy delicado, que incluso ha necesitado del permiso del Obispado de Ciudad Real antes de empezar a trabajar porque tiene un gran valor y es muy importante», explicó Salcedo, que señaló que el estandarte se presentará mañana en este municipio manchego.

El estandarte está bordado a doble cara, con un trabajo en hilo de seda para resaltar el bordado del cáliz del centro y una pintura presidiendo la trasera. El diseño sigue el estilo arquitectónico habitual en el siglo XVIII. El bordado ha tenido que ser pasado a un nuevo material por el mal estado del original, siendo montado en raso con un tono parecido al que tenía.

El Cautivo de Benalmádena recibirá una túnica bordada sobre tisú plata que se ha realizado a partir de una capa pluvial con bordados de estilo rococó.