La capital malagueña ha recordado este sábado a los fusilados de la Guerra Civil con la inauguración del Panteón de la Memoria Histórica en el antiguo cementerio de San Rafael de Málaga, un monumento con forma piramidal de 8,30 metros de altura y que contiene los restos de 2.880 cuerpos recuperados de la mayor fosa común de España.

Familiares y amigos se han congregado en un acto marcado por la emoción y el recuerdo a los que fueron fusilados en las tapias del cementerio, en el que han participado responsables de instituciones, como el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; y el consejero de Turismo de la Junta de Andalucía, Rafael Rodríguez; así como representantes de partidos políticos, sindicatos y colectivos.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Málaga ha sido desde 2003 la impulsora de este proyecto, en colaboración con las administraciones. Ese año se aprobó en el pleno del Ayuntamiento dotar de medios económicos los trabajos de excavación de las fosas de las que se tenía constancia, con el asesoramiento de expertos de la Universidad de Málaga.

"Se puede morir por las ideas, pero nunca matar por ellas. La ciudad de Málaga en memoria de aquellos que perdieron su vida en defensa de la libertad y la democracia cuyos restos reposan en este panteón y otros lugares" es la frase que figura grabada en el monumento, al igual que los nombres de las 4.410 víctimas que han sido documentadas.

Los familiares, procedentes no sólo de la provincia de Málaga, sino también de otras partes de España, han depositado ramos de flores y claveles rojos en el mausoleo y han buscado, con lágrimas en los ojos, los nombres de sus padres, abuelos o hermanos grabados en el monumento de mármol de 135 metros cuadrados de superficie con forma de pirámide regular de cuatro lados.

El presidente de honor de la asociación, Francisco Espinosa, ha asegurado que se trata de un recordatorio de los familiares "y todo lo que hemos pasado hasta poder llegar aquí" y ha destacado que en este tiempo no ha observado en las familias "ni un ápice de odio ni de rencor ni deseo de revanchismo, sólo dolor y amor los vuestros familiares ausentes".

Espinosa ha relatado algunas historias contadas por los familiares, como un hombre que fue confundido por su hermano y murió de un ataque al corazón cuando era trasladado, y otro compañero de la asociación, ya fallecido, que recordaba que su padre cuando venía de trabajar del campo le sentaba en sus rodillas y le daba de comer almendras. Luego, fue condenado a muerte por rebelión.

Por su parte, el consejero de Turismo ha reclamado la creación de una banco de ADN de las víctimas del franquismo y de los familiares y ha lamentado que "muchos hombres y mujeres asesinados yacieron durante años en estas fosas sin nombre, testimonio y evidencia de lo que constituyó uno de los episodios más negros y terribles de la historia del siglo XX en España".

Rodríguez ha asegurado que han tenido que pasar 40 años de franquismo y más de 30 de democracia "para que las instituciones públicas, requeridas por las asociaciones de víctimas, verdaderas protagonistas de este proceso, hayan asumido su deber de responder a los derechos y a la reparación de los represaliados". Esto ha sido posible, ha dicho, con "un camino de verdad, justicia y memoria".

Ha reclamado al Gobierno central que "vuelva a asumir su deber democrático con la memoria" y ha apostado por avanzar en ese camino y por seguir luchando "para que el poder judicial y el propio Estado asuma la doctrina internacional sobre crímenes contra la humanidad y desapariciones forzadas, declarando el genocidio malagueño y andaluz como lo que realmente fue, un crimen que no puede prescribir nunca".

El alcalde de la capital ha asegurado en su intervención, entre silbidos y gritos de protesta por parte de algunos presentes, que "lo que ocurrió hace 78 años debe servirnos a todos para encontrar espacios de convivencia, de diálogo y de encuentro", aludiendo a que existe "una Constitución de la concordia" que se hizo en la Transición "donde conseguimos un espacio para la libertad".

Ha apelado al respeto a todas las víctimas, también "a las que hubo antes" y ha considerado que el recuerdo de todo esto "debe servirnos de recuerdo del camino que hay que seguir para que tengamos en España una situación de paz, diálogo, libertades y convivencia democrática". Asimismo, ha subrayado la importancia de todo el trabajo realizado.

Así, ha indicado que el recorrido hasta llegar a tener este panteón ha sido "ejemplar, del que podemos estar orgullosos todos". También ha estado el secretario general de la Subdelegación del Gobierno en Málaga, Luis Carlos Abreu, y el hasta hace poco presidente de la Asociación por la Memoria Histórica, José Dorado, quien ha dicho que el objetivo era "recuperar los restos de nuestros seres queridos, hacerles unas tumbas y darles una sepultura digna".

Otros asistentes

Entre los asistentes se encontraba el hispanista Ian Gibson, quien ha asegurado que era su obligación estar presente en este acto, destacando que "lo que se ha conseguido es un ejemplo para todo el país de lo que hay que hacer". Ha asegurado, en declaraciones a los periodistas, que lo realizado en San Rafael "simboliza el buen camino". Además, ha pedido que España tenga "una derecha dialogante y el alcalde de Málaga ha demostrado que lo es".

También han estado representantes de IU, como el coordinador provincial, José Antonio Castro, o el presidente de honor del PCA, Antonio Romero, quien ha respondido a De la Torre y ha asegurado que "no se pueden equiparar las víctimas del fascismo de los condenados durante la República", destacando que "la dignidad de las víctimas no será repuesta hasta que se anulen los juicios del franquismo".

Por su parte, el secretario general del PSOE en Málaga, Miguel Ángel Heredia, ha indicado que "Málaga recupera la dignidad honrando la memoria de los fusilados y las familias recuperan a quienes nunca debieron perder por la sinrazón y la barbarie" y ha destacado el consenso institucional "que se plasma hoy" en este acto.

"Para los socialistas se cierra una herida profunda, gracias a asociaciones como la Asociación contra el Silencio y el Olvido y por la Recuperación de la Memoria Histórica de Málaga, UGT y el Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero que impulsó la ley de memoria histórica, una ley justa, de unión y concordia, de unidad. Una ley de la memoria individual de las familias y de la memoria colectiva de un país", ha destacado.

Gestiones

En noviembre de 2006, se firmó un convenio para la exhumación de los restos en el cementerio relacionados con la Guerra Civil por un importe de 240.000 euros, de los que el Ayuntamiento aportó 80.000 euros, la Junta de Andalucía otros 80.000 y la asociación la cantidad restante gracias a una subvención del Ministerio de la Presidencia y una donación de Unicaja por un importe de 20.000 euros.

En 2007 se procedió a firmar un segundo convenio, con la misma cuantía global de 240.000 euros, en el que otros 80.000 euros fueron con cargo al presupuesto del Consistorio, según han informado desde el Ayuntamiento. Dos años más tarde, en 2009, se suscribió un tercer acuerdo por una cantidad total de 390.000 euros, de los que la aportación del Consistorio ascendía a 120.000.

Por último, en 2012 se firmó un cuarto convenio por importe de 220.000 euros, de los que 80.000 fueron aportados por el Ayuntamiento. Así, a estas aportaciones municipales --en total 360.000 euros-- hay que añadir, han informado desde el Consistorio en un comunicado, 165.000 euros de las actuaciones en el entorno, alcanzando un total de 525.000 euros.