El anteproyecto presentado por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, contempla la objeción de conciencia para todos los sanitarios que participen o colaboren en el proceso de interrupción voluntaria del embarazo, ya sean en el diagnóstico o en la intervención. Este aspecto no ha pasado desapercibido para los facultativos, especialmente los médicos de familia.

El presidente de la Comisión de Deontología y Ética Médica del Colegio de Médicos de Málaga, el doctor Joaquín Fernández Crehuet, mantiene que la objeción de conciencia al aborto «es manifiesta no sólo entre los ginecólogos, ya que los médicos de familia llevan tiempo reclamando que se extienda también a ellos».

De hecho la propia comisión, a petición de un grupo de facultativos de Málaga, ha solicitado «reiteradamente» que la posibilidad de objetar (limitada, con la actual ley, a los ginecólogos y anestesistas que intervienen en el aborto) se haga extensiva a los médicos de cabecera para que éstos, si lo desean, puedan abstenerse de participar en el acto médico que supone derivar a una mujer desde la consulta de primaria a la interrupción.

Los datos de Sanidad sobre interrupciones voluntarias de embarazo (IVE) constatan que la práctica totalidad se realizan en centros y clínicas privadas, según Crehuet, porque «la objeción al aborto está muy extendida entre el colectivo médico».

Así, de los 22.946 abortos que se realizaron en Andalucía en 2012 (5.116 en Málaga), 22.894 se practicaron en centros extra hospitalarios. Todos privados. En el caso de la provincia de Málaga, fueron cuatro las clínicas que notificaron a Sanidad la práctica de IVE. En centros hospitalarios se practicaron un total de 52, de los que 20 fueron en centros públicos y el resto en hospitales privados. Eso sí, el 88,7% de las mujeres que abortaron en Andalucía se informaron sobre los pasos a dar en centros sanitarios públicos.