1. Que vuelva a fluir el crédito bancario a empresas y familias

Todos los sectores coinciden en que uno de los condicionantes de la recuperación reside en la posible reapertura del crédito bancario al sector privado. Las empresas podrían así iniciar nuevas inversiones, los emprendedores poner en marcha negocios y los hogares comenzar una reactivación del consumo. Los empresarios de la construcción recuerdan que ahora mismo la concesión de hipotecas es casi inexistente a excepción de las que se dan para pisos de la propia cartera bancaria. El crédito vivo al sector privado en Málaga se ha reducido en casi 11.000 millones en seis años, un 23% del total. Ahora mismo está en 36.539 millones.

2. Que haya reformas fiscales que favorezcan la contratación

Los empresarios se quejan de que las cotizaciones que se pagan por los trabajadores en España -en torno al 40%- son de las más altas de Europa, lo que ven como un «impuesto contra el empleo». Además se quejan de que este año se haya aumentado la base máxima de cotización a la Seguridad Social y que hayan comenzado también a cotizar íntegramente los complementos salariales -planes privados de pensiones, vales de comidas, seguros médicos o dietas de transporte-. Los empresarios piden apoyos para generar empleo.

3. Que sigan creciendo las exportaciones malagueñas

Dado que no es previsible que el consumo interno se recupere de forma rápida, se ve clave que las exportaciones se mantengan al alza. En Málaga, las exportaciones hasta octubre de 2013 sumaban 1.197 millones de euros, un 5% más que el año anterior por esas fechas. El número de firmas que comercian con el exterior ha subido un 60% entre 2007 y 2013, pasando de 2.515 a casi 4.000. El problema es que sólo 615 se dedican al comercio exterior de manera continua, concentrando el 82% de toda la exportación. Faltan exportadores.

4. Que la Administración no reduzca la inversión y sí el gasto superfluo

Los datos de inversión en obra pública son ínfimos. En 2013 fueron sólo 144 millones en Málaga, un 90% por debajo de los niveles que había en 2007. El Gobierno, por ejemplo, únicamente destinó 16 millones, un 61% menos que el año anterior. Los empresarios lamentan que se recorte la inversión productiva que genera empleo y, en cambio, siga pendiente la reforma de la Administración para eliminar o reducir estructuras obsoletas y sobredimensionadas. Todos tiene claro que hay que reducir el déficit pero el reto para 2014 debe ser recortar de lo superfluo, no de lo necesario. Por desgracia, los Presupuestos Generales del Estado auguran otra inversión mínima.

5. Que se favorezca la inversión extranjera generando confianza

Es clave que se pongan las máximas facilidades a la llegada de inversión extranjera en España mediante la eliminación de trabas burocráticas administrativas. El flujo de inversiones foráneas ha aumentado mucho desde el pasado septiembre, lo que refleja que vuelve la confianza hacia el país. Y para mantener la confianza de los inversores se apuesta por continuar la consolidación fiscal para rebaja la ratio deuda/PIB, que ya supera el 100%. También se aboga por que Andalucía reduzca ciertos tributos para poder competir con otras comunidades por estas inversiones.

6. Una rebaja de impuestos para liberar renta y subir el consumo

El Gobierno ha anunciado una reforma fiscal para 2015. Los expertos creen que se debería rebajar la presión sobre las rentas del trabajo vía IRPF, tras los aumentos de otros años que se aplicaron para poder cumplir los objetivos de déficit de Bruselas. Otra posibilidad sería bajar algo el 21% del IVA aunque eso sólo se podría hacer pasando al tipo general algunos de los productos que ahora siguen con el tipo de IVA reducido.

7. Que Málaga continúe su apuesta como referente de las smart city

Málaga es un referente de ciudad del conocimiento gracias al Club Málaga Valley, la Smart City o la labor de las más de 600 empresas instaladas en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA). Toca seguir manteniendo esa fuerte apuesta para atraer talento, empresas e inversiones y crear una industria alrededor de este sector. Las empresas tecnológicas también deben seguir acometiendo un proceso de internacionalización para captar negocio en el exterior, a la espera de que se reactive la demanda interna.