El Ayuntamiento de Málaga y su empresa de aguas, Emasa, han puesto en marcha un nuevo sistema de cobro que, pese a ser considerado «más justo» que el anterior, sólo beneficiará aproximadamente al 33 por ciento de las viviendas, que se verán favorecidas por una rebaja de sus recibos. Por contra, el 40 por ciento de los abonados de Emasa pagarán más que hasta ahora por el agua que consuman, mientras que para el 26 por ciento restante de abonados el nuevo sistema no tendrá repercusión alguna.

Las cifras fueron presentadas ayer por el propio concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, a partir de los datos recabados por Emasa tras cotejar las facturas de 79.833 abonados, una vez que han comenzado a llegar las facturas con la aplicación del nuevo sistema tarifario que se puso en marcha el 1 de noviembre pasado.

Tal como preveía el propio Ayuntamiento, a partir de ahora pagarán el agua más cara las personas que viven solas y las viviendas de dos personas. De los 46.517 recibos analizados por Emasa con uno o dos residentes, el 56% pagarán más por el consumo de agua.

Datos por habitantes

El concejal no quiso poner cifras concretas a la subida que tendrán estos consumidores, indicando que dependerá del consumo que realicen. En una apreciación inicial el propio Ayuntamiento calculó subidas medias del 18 y del 11 por ciento.

El concejal, no obstante, optó por computar los datos obtenidos en función de los habitantes; de esta manera el recibo del agua le subirá a un 27% de los malagueños, le bajará a un 57% y se mantendrá igual para el 15%.

La diferencia estriba en que los recibos computan el consumo de una familia, no de personas, pero hay un alto porcentaje de familias compuestas por una o dos personas.

El concejal recordó que el consumo medio de agua por persona y día se cifra en 3,36 metros cúbicos (112 litros) y que el nuevo sistema pretende contribuir a un uso más moderado del agua por parte de los ciudadanos, por lo que desarrolló la idea de que las subidas que se produzcan por la aplicación de este nuevo sistema serán fruto, en la gran mayoría de los casos, de un consumo excesivo que sobrepase los 112 litros diarios.

En este sentido, aclaró que «los que consumen mucho más que la media es normal que les suba el recibo, al sobrepasar y en algunos casos derrochar el agua».

Jiménez insistió en que «el precio del metro cúbico de agua es el mismo que antes y después del cambio de la estructura tarifaria», en este sentido «lo único que ha variado es la forma de aplicarlo y eso se puede ver en el hecho de que en los presupuestos de Emasa para este año la cantidad prevista en concepto de recaudación no es mayor que en el año 2013, sino que es ligeramente inferior».

Según el edil, con este cambio tarifario se ha querido «utilizar un criterio más justo y atender el hecho de que en las casas con un mayor número de habitantes hay más consumo de agua sin que se produzca malgasto y que hay casas con uno o dos habitantes en las que puede haber un derroche».

Bonificaciones

El responsable de Medio Ambiente aseguró también que en «los hogares en los que el gasto de agua sea inferior a la media Emasa bonificará a esos clientes si se ven afectados por un incremento de la cuantía a abonar por ese concepto». La creación de esta bonificación, que se liquidará semestralmente a quien le corresponda, permite al Ayuntamiento «cumplir con la recomendación realizada por el Defensor del Pueblo Andaluz para que las tarifas tengan en cuenta tanto el número de personas que viven en una casa como el consumo responsable».

Con todo, el responsable de Emasa aseguró que al final del ejercicio «se evaluará la implantación de los cambios para introducir las modificaciones que se estimen necesarias».

Raúl Jiménez acusó a la portavoz del grupo socialista, María Gámez, de «crear alarma social, mintiendo deliberadamente sobre el resultado de la aplicación de unas tarifas que son más justas al utilizar como referencia el consumo por persona y no por vivienda», al basar sus críticas en datos obtenidos del último censo, sin ponerlos en relación con los consumos.

Estudio y solución de casos singulares

Emasa tiene previsto también actuar en los casos de ciudadanos afectados por situaciones singulares en su padrón, que distorsionen la aplicación de la estructura tarifaria teniendo en cuenta el padrón. Para estudiar estos casos, como por ejemplo el de una pareja divorciada que se turna la estancia de sus hijos en su casa al tener la custodia compartida o el de estudiantes con becas por desplazamiento y que no pueden empadronarse en Málaga, se ha creado una comisión técnica con la participación de representantes de las asociaciones de consumidores para encontrar una solución al problema. Hasta el momento, la comisión ha estudiado un total de 158 casos, de los que se han admitido la aplicación de medidas especiales en 83 de ellos.